El mundo dependía cuando no lo sabía cómo lo sabe hoy, de un periodismo y periodistas mal formados, que con la palabra escrita, radial y televisiva, regaban mentiras y confusiones por la tierra, mientras lectores, oyentes y televidentes de todos los niveles académicos y morales, creía esa palabra de lo que parecía ser ético y humanista. Palabra y profesión que venía moldeando nuestro comportamiento social y mental hasta convertirnos en esa masa humana sin dirección, desconectada de sí mismo y conducida al despeñadero.
La canalla neoliberal, con sus cancerberos de micrófono y tinta, desde antes que se llamaran neoliberalismo y periodismo, desde antes que comenzara sus mutaciones sutiles, saben que los pensamientos de las gentes son maleables, manejables, igual al peyorativo sobrenombre con el que nos identifican, la masa.
Ese mal formado periodista que la academia convenció en ganador, ganador y ganador, sólo de oxidadas ganancias materiales, que no sólo se mal formó en lo que se refiere a su profesión, sino que, se mal formó sin escrúpulos y dañó su visión humanista que exterioriza con cinismo en cada artículo, foto o narración que plasme en los medios que le dan su tra-bajito; digo tra-bajito, porque este tipo de periodista anda bajito por el suelo chupando bajito donde queda el tra-sero de sus patrones, por eso es tra-bajito. Léase periodistas de CNN, FOX, etc.
Ese mal formado periodista que busca ganar el Pulitzer y otros artilugios falsificando reportaje con el dolor ajeno y trocando los acontecimientos. Ese mal formado periodista que se amaestra para no contraer los músculos de su cara cuando mienten en los análisis y noticias televisivas, como ya conocemos el cinismo de presentadores del mundo hispano de la derecha, que con hermosos monstruos femeninos y corbatudos masculinos, avala la maldad de quienes les pagan sus churupos. Viene bien que profesores de cátedras periodísticas en universidades humanizadas del mundo, tomaran el cinismo de Patricia Janiot y Claudia Palacios de CNN por ejemplo, y las pusieran de paradigma de esa mal formación humana y profesional del periodismo que no se debe hacer.
De todo el mundo es conocido que la humanidad ha crecido en conocimiento y pensamiento y cuando ese pensamiento se nutre de conciencia, se transforma en un pensamiento crítico, que evalúa y pesa todo lo que recibe de la información mediática. Pero como bien lo expresa un autor en aporrea.org “No cabe duda que la independencia de estos periodistas es una independencia mercenaria, sujeta a los caprichos de intereses contrarios al bien común, al bienestar de la gran mayoría de los venezolanos.*(1) Yo le agregaría, a todos los seres humanos del mundo.
¿Qué olvida el periodista mal formado mental y profesionalmente? Que: … “la multiplicidad de emisores, la aparición de Internet y de las nuevas tecnologías han provocado una revolución sin antecedentes porque quebrantan los canales convencionales de la información. Cualquier usuario de la red es un periodista en potencia ya que puede introducir noticias, crear sus propias páginas, infiltrarse en bases de datos...”(2)
“Hoy, la información en su totalidad es un producto social, de propiedad de todos los seres humanos que consumen un producto y pueden degustarlo a rechazarlo y rechaza al mismo tiempo al productor”. Ignacio Ramonet, pone ejemplos de la sumisión de la información al espectáculo, sobre todo en los medios audiovisuales, en los que la información se selecciona en función del sensacionalismo y la espectacularidad. Se puede aplicar la regla de oro que dice “si destila sangre, va en cabeza”. El fallecido Nobel José Saramago, al recibir un premio de la universidad de Gerona criticó la falta de ética de los medios de comunicación y se mostró preocupado ante el hecho de que los medios se están convirtiendo en una industria que fabrica cuando solamente debería transmitir la base informativa que existe.
(1)Ricardo Abud. aporrea.org 31/08/07
(2)Métodos y técnicas de Investigación periodística- rincondelvago.com
¡Patria socialista o muerte!
Chávez es socialismo!
¡Viva el 4 de febrero!