Letra desatada

Libertad y autocensura

Ya es muy común escuchar que en Venezuela los periodistas se “autocensuran”. En esta quinta República los primeros que lo dijeron fueron los colegas de los medios de comunicación privados. Era un fenómeno un tanto extraño, pues el “objetivo” de la autocensura era no trasgredir la Ley de Responsabilidad Social en Radio y Televisión. El fenómeno era tan difícil de explicar, que más nunca se ha oído hablar de eso.

No se ha oído hablar más de autocensura en los medios privados pues ahora la autocensura es en los medios públicos. Antes me lo preguntaba y ahora también, ¿si existe la autocensura como es que se conocen las causas? Pero supongamos que es cierto, que la autocensura es masiva entre los periodistas. Valoremos algunas situaciones para entender…

Caso 1. Periodista chavista que trabaja en Globovisión. Se autocensura porque los dueños o jefes son antichavistas. No puede hablar bien de Chávez ni mal de la oposición. Un mudo.

Caso 2. Periodista antichavista que trabaja en Venezolana de Televisión. Se autocensura porque los jefes son chavistas. No puede hablar mal del gobierno ni bien de la oposición. Otro mudo más.

Si seguimos valorando encontramos que según el Diccionario de la Real Academia de la Lengua Española la autocensura es una “limitación o censura que se impone uno mismo”. Yo me he autocensurado, les confieso, muchas veces en la vida. Me pasó, por ejemplo, cuando ingresé a la red social Facebook. Un foro usado mayoritariamente por gente de oposición. Decir algo allí a favor del gobierno era sencillamente un “autosuicidio” virtual. Llegado el momento y las ganas, dejé de hacerlo. ¿A quién puedo yo culpar de haber caído en la autocensura? ¿Al chamo que inventó la página?

También me pasó con el caso Pérez Becerra. Tímidamente expresé mi apoyo a Chávez en otra red social, pues se le condenó de forma automática. Apenas balbuceé que había que ponerse en varios zapatos para entender la decisión, que identifiqué como muy compleja y peligrosa, por estar metida Colombia y su “santo” Presidente y que había que esperar. ¿A quién puedo culpar de mi “timidez”?

Es curioso lo que pasa. La autocensura y el ejercicio de la libertad de expresión son acciones individuales, que en situaciones extremas pueden afectar a colectivos como cuando se vive en una dictadura. En un país libre como Venezuela no hay razón para la autocensura, salvo nuestra propia cobardía. En cuanto a la libertad de expresión he sostenido siempre que ejercerla acarrea responsabilidades y puede tener consecuencias. Quien calle, por la razón que sea, no puede endilgarle esa responsabilidad a Chávez y quien hable y defienda sus posiciones debe asumirlo y dejar de quejarse por los rincones. La doble moral no ayuda y quedó demostrado en estos días que no es exclusiva de los derechistas.


mechacin@gmail.com
@mercedeschacin


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Mercedes Chacín


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