En la crónica del día 8 de junio de los corrientes, titulada “Mira cómo tiemblo…”, el eunuco intelectual de Cuéllar intenta mofarse de nosotros los venezolanos, nuestro fútbol y nuestro líder, partiendo del resultado del duelo España-Venezuela: “Si es que no entendemos a Chávez (…) Cuando dijo aquello de ‘Temblad españoles, bla, bla’, se refería el hombre a que tembláramos porque los suyos nos iban a dar en el carné de identidad (…) Que lo del saco de goles era al revés”.
Como cosa rara, nunca falta Chávez para sazonar la vacuidad discursiva de estos acomplejados de la prensa española. De verdad, nos atrevemos a asegurar que el Comandante deambula por los “sueños húmedos” de más de un reprimido sexual habitante de aquellas zonas. Ni siquiera en el balompié omiten la diatriba política y la obcecación enfermiza con nuestro Presidente. Quizás Cuéllar sufre de “verborrea precoz” cada vez que sus oídos excitados capturan el vocablo “Chávez” en el aire. Tal vez. Lo cierto es que José Manuel se explaya en una “argumentación fallida” para abrir su rosario de sandeces en ABC y esgrime un satírico “saco de goles” en el encabezado. ¿Perdón? ¿Es un 3-0 un aluvión? ¡Jajaja! ¡No nos hagas reír! Nosotros no anotaríamos ni un tanto, pero lo de ustedes tampoco fue “para lanzar cohetes”. Del omnipotente ¿campeón? del orbe –y de cierta fanfarronería- habríamos aguardado una masacre al estilo 5-0 ó 6-0. ¡Nada qué ver!
Las excusas de Cuéllar, como las de otros idiotas, son las sempiternas: que si el calor a 36 grados, que si la humedad a 90%, que si la grama parecía una selva, que si las patadas de Venezuela (*). ¡Puras babosadas! Unas “mamitas”, pues. Escudándose “á la légére” en la manoseada teoría de la hipótesis futbolística, Cuéllar justifica el modesto marcador a favor: “Si hubiesen venido Silva o Borja Valero. Si hubiéramos tenido a Xavi, las anotaciones a la meta hubiesen sido mayores”. Palabras más, palabras menos. Especulaciones y más especulaciones: “(…) España, con poco, le metió tres como pudieron ser más si más hubieran disparado a la puerta (…) [¡!]”. Más Perogrullo y nos “matamos para morirnos”. Al final, no se pudo ir más allá del 3-0 porque Venezuela reaccionó. La Roja no pudo barrer ni humillar a una estoica Vinotinto, que si bien no concretó llegadas exitosas a la arquería, mantuvo a raya –por largo rato- a los discípulos de Del Bosque.
ESPAÑA JODIDA Y ALGUNOS SÓLO PIENSAN EN FÚTBOL
Por lo visto, José Manuel Cuéllar no recuerda lo que han aportado las tierras de este lado del Atlántico, al desarrollo y progreso de España; desde los aciagos días de la Conquista, época en la que perpetraron un genocidio de dimensiones incalculables en América e impusieron su dominio a sangre y fuego, con el fin de expoliar nuestras riquezas; pasando por los traumáticos acontecimientos de la Guerra Civil con sus refugiados políticos y económicos; y hasta la emigración “planificada” de mano de obra española hacia nuestras fronteras, en la década de 1950. Gracias al dinero –en plata y níquel- que estos ibéricos de la diáspora enviaban desde Venezuela y otras latitudes latinoamericanas, fue que Madrid y demás capitales del Viejo Continente superaron la destrucción de la segunda conflagración global. El Plan Marshall sólo fue un “postre” (**). Ahora bien, ¿desde cuándo tanta prepotencia? ¿Desde cuándo tal miopía y estrechez histórica? Ayer éramos los “indios” o los “salvadores” de la Tierra Prometida; hoy somos los “sudacas”. Sin duda, platicamos de la petulancia disfuncional subyacente vertida por Cuéllar en sus infortunadas líneas y que, desgraciadamente, es compartida por bastantes españoles. ¿Cómo la ven?
Hace un año advertimos de la maniobra de la corrupta FIFA para otorgar la Copa Mundial de Fútbol a una Corona en terapia intensiva y así prolongar por unos meses la moribunda “borrachera neoliberal”; en la actualidad, al borde del estallido social y en la encrucijada de la Segunda Depresión Capitalista, España está a un peldaño de resquebrajarse. Y vaya, con “indignarse” no es suficiente. Quizás en una fecha no muy lejana José Manuel se quede sin trabajo en ABC –por la brutal crisis- y tenga que venirse a Caracas –muy tembloroso- a buscar plaza. Todo es factible. Posiblemente, él deba meterse su egolatría trasnochada de colonizador por donde no le pegue el sol y nosotros terminemos por espetarle: “¿Al fin te callaste, gilipollas?”. ¿Quién sabe?
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P.D. Le tomamos la palabra a nuestro apreciado camarada Levi Rodríguez. Retamos a Cuéllar y compañía a conformar un equipo de beisbol ibérico que se enfrente a lo más granado de Leones, Magallanes y el resto de la LVBP, para que sepan lo que es una verdadera paliza en el ámbito deportivo. Chávez sería el refuerzo del “trabuco”. Cátedra es lo que sobra por estos rincones tropicales.
(*) En la final de Suráfrica 2010 también se habló de los “karatecas” neerlandeses y de los “pobrecitos” e “inmaculados” jugadores de La Roja. ¡Qué casualidad! Ahora la Vinotinto no patea el balón sino los tobillos de Iniesta y compañía. ¡Por favor!
(**) A pesar de que España fue el único país de Europa Occidental que no fue beneficiado directamente con el European Recovery Program (Plan Marshall), sí recibió cuantiosa ayuda financiera estadounidense.
Crónica de ABC: http://www.abc.es/20110608/deportes-futbol/abci-venezuela-espana-cronica-201106072051.html