Ayer fue otro día de agitación histérica para Miguel Henrique Otero. Reunió a una manada de viejos sinvergüenzas para que al unísono gritaran: “Que vivas tú gracias a tu mamacita”. La edad de los pocos allí reunidos suma más de tres mil años. Pero el tipo no se para en su bajeza ni en la de los que le acompañan en su comparsa, porque hay que ser bien inmundo para empatarse en esa mariquera insólitamente vil de andar sacando a la madre para que le ampare en su babosa cobardía.
La cara de Miguel Henrique, su hablar, su gestos, es la suprema representación de la cobardía.
Echando mano de ese mar de infectos gusanos lacayos, y utilizando su periódico y las televisoras privadas, anda en campaña por su madre, es decir en campaña por él mismo que es un asco sin límites. Y ahora pretende que un mar de hijo de putas, por ser lo que son, se sienta aludido por lo dicho en La Hojilla, y la emprendan en cambote, con demandas contra Mario Silva.
Ayer montó un show con unas fulanas Agrupación Cultural Femenina y de la Asociación Venezolana de Mujeres, según él, pionera del reporterismo y de la actividad cultural de país. Todo ahorita todo lo que él busca para defenderse es pionero, es lo más digno, lo más profundo, supremo y perfecto de este mundo.
Y ha vuelto a insistir como el grandísima hijo de puta que es, que a su madre Mario la ofendió horriblemente. Está culicárdico, el hideputa haciendo actos en desagravio a su madre, y hoy ha llenado de fotografías de su madre la página más importante de su diario. Pone a su madre con Uslar Pietri, con Fidel, con su esposo MOS.
Ha llevado una buena colección de mamuts, entre ellos al cerdo de Óscar Yánez quien exclamó: "María Teresa es la madre de la dignidad periodística de Venezuela".
La ex comunista Gloria Cuenca gritó chabacanamente: "Hemos sido agredidos todas y todos cuando se agrede a María Teresa Castillo".
Pero se desbocó aún más la Cuenca guindándose con locura de los exiguos limoncitos de Bobolongo, y añadió: "¿Qué lleva a un pobre individuo, que no ha logrado alcanzar el rango de ser, a ensañarse contra un editor exitoso y con su madre, una de las mujeres más maravillosas para Venezuela y América Latina en el siglo XX? La respuesta es simple: la ignorancia y la envidia".
Contrataron igualmente a la momia Isabel Carmona que cual adeca y en su estilo romulero balbuceó: "La dignidad de María Teresa no será ensombrecida por el derrame de la cañería que inunda los espacios de la respiración del aire en Venezuela".
No podía faltar el adeco Pompeyo Márquez quien con la plancha dental desajustada sostuvo temblorosamente: "Es una infamia y una canallada; una cobardía agredir a una persona que ha rendido al país tales servicios y al mismo tiempo supera los 100 años de edad. Sólo es posible en una degradación moral como la que se muestra en ese programa".
El resto de los mamuts como Enrique Tejera París, hizo un panegírico de la vida feliz que aquí se vivía con los adecos, y cuando todo era virtudes y paz cívica cuidadana. Entonces Bobolongo, como encontraba el eco culicárdico que buscaba para condenar a Mario, comenzó a pedir que aquella manada de mamuts se declarara ofendida por Mario y en consecuencia procedieran también a demandarlo. Que hijo de puta tan grande, carajo. Que él ponía todo el tren de abogados que fuera necesario. Volvió a gemir que Conatel sancione a VTV.
Finalmente el chupa medias secretario general de la Seccional Caracas del Colegio Nacional de Periodistas, Hernán Lugo-Galicia, dijo que esta organización evalúa ejercer acciones contra La Hojilla.
Pero no saben que meterse con La Hojilla es meterse con todo el pueblo chavista, con la revolución bolivariana.
Larga vida, carajo, para La Hojilla y el gran camarada Mario Silva. Viviremos y venceremos.
jsantroz@gmail.com