Esto ha ocurrido con muchísimos
temas que han debido ser debidamente aclarados ante la opinión pública.
Entre otras poderosas razones, por la imperiosa necesidad que hay de
contrarrestar las infames mentiras que el imperialismo, a través de
su eficiente aparato de propaganda y de sus lacayos internos, han echado
a rodar por todas partes. Pero, además, porque estamos a las puertas
de un proceso electoral de trascendental importancia y en el que
hay que saber explicar muy bien las terribles consecuencias que
para el país y su gente tendría la aplicación de un programa de gobierno
como el que la oposición, no importa quien sea su candidato, adelantaría
desde el poder. Esto es, un programa de neto corte neoliberal o de libre
mercado como el que en estos momentos está haciendo estragos en los
Estados Unidos y Europa.
En este sentido,
hace poco ese malandrito que es Leopoldo López, en su comparecencia
en el programa de ese otro bandido que es el Matacuras, adelantó algunas
medidas que aplicaría en el supuesto caso de que llegara a conquistar
la presidencia del República. Entre las cosas más importantes que
mencionó fue que él combatiría el fenómeno de la inseguridad llevando
la educación a los sectores pobres y desposeídos de la sociedad. O
lo que es lo mismo, permitiendo que los muchachos de nuestros barrios
se pudieran educar.
A la anterior
oferta engañosa del corrupto ex alcalde de Chacao, Mario no supo qué
responder. No dijo, por ejemplo, que esa era una promesa demagógica,
pues no podría facilitarles la educación a los jóvenes de nuestros
barios quien entre sus planes está hacer lo mismo que en estos momentos
está haciendo Piñera en Chile, es decir, privatizar la educación.
O en otras palabras, cobrarles a quines deseen asistir a las escuelas
o liceos. Pero, además, si por algo se ha caracterizado este gobierno
ha sido precisamente por haber impulsado la educación gratuita como
nuca se hizo y como ningún otro gobernante, y menos si es escuálido,
sería capaz de hacer. Prueba de eso es que alfabetizó a 1 millón
y medio de personas en un año. Y eso, sin mencionar las misiones Rivas
y Sucre, que les ha permitido a muchos de nuestros jóvenes de
escasos recursos realizar unos estudios que de otra manera no los hubieran
podido cursar.
Otro tanto ocurrió
cuando el insigne corrupto abordó el tema petrolero. En relación
con esto dijo cosas que francamente paran el pelo. Por ejemplo, afirmó
que entregaría graciosamente nuestra industria petrolera a los consorcios
extranjeros. Así como suena, que haría –eso es lo que se deduce-
que la nación se desprendería de un bien que es de todos los venezolanos
y del cual éstos tanto se han beneficiado. Sin embargo, a pesar de
las nefastas consecuencias que para el país tendría la aplicación
de una medida como esta, ¿qué dijo Mario al respecto? Nada, o al menos
nada que haya permitido vislumbrar las terribles consecuencias que para
nuestros compatriotas tendría la entrega de nuestra principal industria
a factores extranjeros. Solamente por haber dicho semejante barbaridad
este degenerado debía ser enjuiciado por traidor a la patria. ¡Y después
se dicen venezolanos, cuando la realidad es que son extranjeros nacidos
circunstancialmente en nuestro país.
El hecho es que
entregar la industria petrolera a las compañías extranjeras sería
algo así -y aquí viene un ejemplo, ya que el ejemplo es la mejor manera
de hacer entender las cosas- como si el dueños de una empresa, que
a pesar de los altas ganancias y beneficios que le produce y que le
permite a él y a su familia disfrutar de un privilegiado nivel de vida,
un día, sin ninguna causa que lo justificara, decidiera venderla La
pregunta es: ¿de qué viviría en lo sucesivo este empresario después
de que haya malbaratado el producto de la venta de su negocio? En el
caso de PDVSA el producto de la venta además de no ser mucho sería
íntegramente robado por estos ladrones. O este otro ejemplo: ¿que
le sucedería a una costurera que viva de la confección de ropa si
un día decide, por uno de esos incomprensibles arrebatos que a veces
asaltan a las personas, vender la máquina de coser? De qué viviría
en el futuro después de haberse comido el producto de la venta de su
máquina?
Pero lo anterior
no fue lo único a lo que el exoftálmico aspirante a candidato se
refirió en la mencionada entrevista. También afirmó que de llegar
a la presidencia de la República decretaría un aumento de la producción
petrolera. ¿Sabría este infeliz a lo que se estaba refiriendo? ¿Tendrá
conciencia de los terribles estragos que una medida como esa provocaría
en el país y su gente? No, no creo que lo sepa ni que le interese,
pues lo único que buscaría con la aplicación de una medida como esa
sería la de servir, no a los mejores intereses del país, que por lo
demás le importan muy poco, sino al imperialismo y sus empresas.
Este pobre sujeto
es tan torpe e ignorante que desconoce que ya durante los gobiernos
de Lusinchi y Caldera se produjeron aumentos de la producción y que
en ambos casos esos gobiernos irresponsables tuvieron que rectificar
urgentemente, o lo que es lo mismo, a toda carrera. Tan ruinosa resultó
la nefasta decisión de incrementar la producción petrolera que los
precios del crudo llegaron a cotizarse a 7 dólares el barril, es decir,
apenas a dólar y medio de diferencia de los costos de producción.
Un poco más, y se hubiera tenido que paralizar la industria. ¿Por
qué ocurrió esto? Sencillamente porque tal aumento desató una guerra
de precios entre los miembros de la OPEP. En efecto, estos países,
para evitar la pérdida de sus mercados, se vieron obligados a aumentar
también la producción, lo cual provocó la inundación de los mismo
y el consiguiente desplome de los precios.
Pero para dar
una muestra más de su supina ignorancia sobre la materia, Leopoldo
López aseguró, como si fuera poco lo que ya había dicho, que las
cordiales relaciones con la OPEP se mantendrían inalterables.
¿Cuál OPEP, animal? ¿Acaso no sabes, imbécil, que Venezuela al aumentar
su producción de crudo estaría decretando la disolución automática
de ese organismo petrolero? ¡Vaya, y son estos arrastrados de la oposición
los que aspiran a dirigir los destinos del país! Dios se apiade de
esta nación e ilumine a los venezolanos para que impidan que una catástrofe
semejante nos pueda ocurrir.
Sin embargo, a
pesar de las ingenuas declaraciones del iluso y desequilibrado precandidato,
las mismas no fueron del todo malas. Después de todo ellas nos permitieron
conocer el programa de gobierno que, basado en el libre mercado, adelantaría
su autor en el supuesto negado de que llegara a ocupar la presidencia
de la República. Lo que no ocurre con los otros precandidatos de la
oposición, los cuales, pese a que desde el gobierno harían exactamente
lo mismo, sin embargo no se atreven a confesarlo. Al fin y al cabo estos
sujetos no son libres, sino que están obligados a acatar dócilmente
las directrices impuestas desde el exterior.
Pero bien, una
respuesta como la anterior es la que se le debió haber dado a
los seudo argumentos del canallita de marras. Pero no se hizo. ¿Por
qué? Porque la improvisación es lo que predomina en la actuación
de todos los dirigentes del Proceso. Es más, lo que los caracteriza.
Por esta razón, Mario, que es uno de esos dirigentes, no consideró
necesario preparar de antemano una respuesta que, además de educar,
permitiera invalidar las declaraciones del ex-alcalde de Chacao. No
consideró necesario asesorarse, confió en su capacidad de argumentación
y, como siempre ocurre cuando se actúa solo en actividades que debían
ser de equipo, fracasó. Por lo cual debió haber quedado en el ánimo
de las personas que no son ni de allá ni de acá la idea de que el
inescrupuloso cleptómano del este de Caracas tenía la razón.
No sé, pero estamos
a las puertas de un proceso electoral de una trascendental importancia.
Ya que lo que se jugará en esos comicios no será un proyecto político
ni la presidencia de la República. Lo que estará en juego será algo
de mucha mayor entidad e importancia: el destino de nuestro país, su
propia existencia como nación libre y soberana. De allí la enorme
responsabilidad, responsabilidad histórica, por lo demás, que recae
en los integrantes de la actual dirigencia del Proceso. Pues de perderse
éste, de que nos convirtamos en una vulgar colonia sometidos y dominados
por extranjeros, por extranjeros nacidos aquí y por los de afuera,
de nadie más será la culpa que de los propios dirigentes del Partido
y del gobierno. Estos deben saber que la responsabilidad de educar políticamente
a nuestro pueblo no debe recaer únicamente ni en Mario ni en su programa.
Ambos, es cierto, están obligados a colaborar en este sentido
para lo cual deben también prepararse cada día más a objeto de cumplir
satisfactoriamente con su deber, pero la obligación fundamental está
en los dirigentes de la revolución., quienes hasta ahora han fracasado
en diseñar una estrategia publicitaria capaz de convencer a nuestra
gente de que su bienestar y prosperidad están indisolublemente ligados
al modelo político actualmente vigente en Venezuela.
Nota: Hay algunos inescrupulosos
articulistas que se desvelan por infundir pánico en las filas del chavismo.
La intención no es otra que lograr la desbandada, es decir, lograr
que los ideológicamente más débiles y menos convencidos se deslinden
del Proceso y le den la espalda a su líder. Con esta finalidad dicen
desfachatadamente en sus nauseabundas notas de prensa, que cuando caiga
Chávez éste debía ser ajusticiado junto con todos sus colaboradores
y simpatizantes.
Esto lo
escriben esos sujetos con la peregrina idea de ser leídos por la mayor
cantidad de personas posible. Deseos que desde luego están muy lejos
de cumplirse, debido a la muy baja circulación de los medios en los
que colaboran. Sin embargo, Mario acude en su ayuda, y no sólo lee
en su visto programa los artículos de marras sino que también los
comenta, agregándole, de paso, un toque de dramatismo adicional a lo
mismos.
¿Qué demuestra esto? Demuestra
las profundas deficiencias políticas de Mario. Deficiencias que este
comentarista tendrá que superar si no quiere poner La hojilla al servicio
de los enemigos del chavismo y del Proceso. Y en relación con esto,
el señor de la noche tiene en su poder un documental en español de
Michael Moor en el que éste reseña, de una manera impresionante, la
terrible situación que están viviendo centenares de miles de familias
y de personas de los Estados Unidos como consecuencia de la crisis económica
que azota a ese país. Sin embargo, a pesar de la tremenda importancia
de este documental, pues expresa más que un millón de palabras la
quiebra del capitalismo en su versión neo-liberal, no se ha vuelto
a hacer mención de él. Y menos con la necesaria promoción con la
que debía ser nuevamente transmitido.