El 27/06/12, día del periodista, Aporrea publicó un anónimo titulado “POSIBLE CORRUPCIÓN EN TELESUR EVIDENCIA MILLONARIO CONTRATO A AMISTADES PERSONALES DE DIRECTIVA DEL CANAL” de un supuesto y desconocido “Colectivo Bolivariano Para la Defensa de Telesur” que anexa como “prueba” el contrato de la colega colombiana Adriana Orejuela.
Conozco a Telesur desde que era una utopía de las que Chávez hace realidad, asistí a la definición de su línea editorial, al diseño de su imagen y programación. La vi nacer, crecer, “presentarse en sociedad” y convertirse en un arma poderosa para la unión de la Patria Grande y en un instrumento de conciencia para las luchas sociales y antiimperialistas de nuestros pueblos. En Telesur he trabajado intermitentemente (soy soldado y voy a donde la revolución me manda) como ahora; siempre defendí a Telesur, y no entiendo que el misterioso “Colectivo” de defensores no me haya invitado. O, mejor dicho, “lo entiendo demasiado” porque en años anteriores existieron otros “colectivos” con denuncias basadas en mentiras o semiverdades cuyo único objetivo era desprestigiar a Telesur.
MECÁNICA DE VUELO
A los camaradas quiero decirles que soy de la vieja guardia del periodismo impreso y tuve que aprender muchas cosas sobre la televisión; la primera es que, como en la aviación, si no hay plata no vuela: cuando el bombardeo a Bagdad y la “Tormenta del Desierto” CNN gastaba un millón de dólares diario sólo en comunicaciones satelitales; Al-Jazeera invirtió mil millones de dólares para hacerse internacional…Telesur ha crecido hasta ser una potencia informativa regional y eso ha costado mucho dinero del Estado y mucho esfuerzo de sus trabajadores. También aprendí que en Televisión los buenos profesionales ganan mucho dinero, por la sencilla razón de que se los disputan: Lucía Newman fue corresponsal de CNN en Cuba por más de 20 años…y ahora trabaja para Al-Jazeera… Otra lección aprendida en Telesur, sobre todo al principio, fue lo difícil de contratar y pagar personal en el extranjero cuando hay restricciones y control de cambio. Se debe inventar, y a veces errar, para hacer funcionar una empresa multiestatal como Telesur. Si el “Colectivo” supiera lo que a veces se hace (¿se hizo?) para operar en condiciones de guerrilla, golpe o dictadura, quizás nos denuncie a la aduana o ante el ex presidente Álvaro Uribe.
CONTRATO
Yo no tengo nada que decir sobre la contratación de la periodista Adriana Orejuela pero me consta que, al contrario de lo que miente el “Colectivo”, está contratada en Colombia y NO en Venezuela, en su caso no hay doble contratgación. Puedo añadir que es una excelente y exigente profesional, que estuvo años en Cuba donde supongo no recibía ningún sueldo fabuloso; le debemos excelentes documentales y reportajes, algunos realizados en la incomodidad y con peligro. Imagino que ahora Adriana deberá cuidarse de esos malabarismos que todos hacemos con el dinero en los trabajos de campo, pues el “Colectivo” la ha señalado y quizás marcado para los enemigos de la libertad de de investigación y expresión. Sobre la cantidad que gana Adriana Orejuela, sólo tengo que decir que si me toca puedo trabajar gratis para la revolución en Venezuela, no me iría a trabajar para Telesur a Colombia por una cantidad menor a la que percibe Orejuela, porque ahí el personal de Telesur siempre está en la mira, ha sufrido atentados y ha sido encarcelado bajo falsas acusaciones.
¿Por qué escogieron a Adriana? Quizás por sus excelentes trabajos con la senadora Piedad Córdoba para el programa “Causa Justa” de Telesur. ¿Por qué ahora? Más que sospechoso que el ataque contra Telesur sea en este preciso momento cuando está haciendo una buena cobertura en Bolivia y Paraguay.
Si uno cree haber detectado una irregularidad en Telesur (o en cualquier lado) lo que debe hacer es dirigirse a la Contraloría General de la Nación y hacer una denuncia o, si quiere que sea público, debe hacerlo de frente y no detrás del anonimato.
BARAJITA REPETIDA
No es la primera vez que sucede, el esquema se repite. Parfa mi no existe ningún “Colectivo Bolivariano para la Defensa de Telesur”. Los servicios especiales extranjeros conspiran contra Telesur y son responsables de muchos ataques, aunque los autores materiales sean tan criollos y poco ingenuos como un maracucho o un argentino.
Lo primero que aprendimos de Chávez es que los revolucionarios deben asumir responsabilidades y dar la cara. Arriesgar la vida y una carrera de oficial es mucha más que arriesgar un salario, si es el caso. Este gobierno no persigue a nadie: no hay bozal de arepa, de pantaleta o de pañal que justifique el anonimato de este “colectivo” al que reto públicamente a que asuma la responsabilidad de su denuncia. Mientras no lo hagan deben ser considerados agentes conscientes o inconscientes del enemigo. Enemigos a Telesur y de los pueblos de América.
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