Hoy supimos del lamentable imponderable que ha abordado al compatriota Leopoldo Castillo, polémico adversario de la revolución bolivariana pero, en nada más de ahí.
Mi patrulla, una más de las cientos de miles que batallan por el entrompe de la revolución bolivariana, decidió poner de manifiesto, públicamente, el sentir de los mejores deseos porque el trago amargo por el que pasa ahora el compatriota Castillo sea pronto cosa del pasado y que él regrese en breve plenamente recuperado de salud, a su trabajo.
Asumo la recomendación de los compañeros de lucha, de hacer pública esta manifestación de solidaridad para con el adversario compatriota, y a la vez agradezco de ellos el haber delegado en mí su confianza pese a tal tachable conducta que ostento en esa arena.
Sin esguince, sin medias tintas, sin pose, sin falsía, añado mi consideración a la disposición de mis compañeros de brega, en favor de la pronta cura del Compatriota Castillo.
oceanoatlanticoguillermo@gmail.com