Aporrea.org es una de las páginas de opinión más serias que podamos encontrar en la web, y muchas veces, cuando reviso en los noticieros del mundo, encuentro que ya ella había publicado las noticias que más me interesan. Ubicada en la primera línea de fuego de la guerra mediática, con un ejército sin forma que ataca sin descanso en el área ideológica, ha permanecido once años, y todos debemos cooperar a que así siga siendo.
Aquí todos tenemos cabida, aún cuando expresemos diferentes matices de la misma posición crítica y revolucionaria. Claro que, como dicen en mi pueblo, a veces “entre las guabinas anda un bagre”, que inmediatamente es combatido con la palabra lúcida de los y las aporreadoras. Aquí se permite la crítica interna del mismo proceso revolucionario, elemento fundamental para impedir que esta revolución se desvíe y pase a ser sólo un recuerdo de lo que pudo haber sido y no fue. Porque los enemigos no están sólo en la otra acera. Muchos han saltado para este lado, se han cambiado la gorra (si no puedes con el enemigo, únete a él y destrózalo desde dentro) y están pugnando por llenarlo todo de comejenes para que sea más fácil derribar lo que se ha construido, que tanto ha costado, con un suave empujón.
El pueblo comienza a movilizarse por sus propios intereses sin las gríngolas de la burocracia. Pero esto ya se veía venir en las páginas de Aporrea.org, que es un canal permanente por donde fluye el pensamiento crítico de la revolución venezolana, leído en todo el mundo por las personas que conocen el idioma y les interesa la realidad venezolana.
A once años del nacimiento de Aporrea.org, felicito calurosamente a los camaradas fundadores, fundadoras y continuadores (Ya nombrar a Gonzalo Gómez implica dejar un gentío por fuera) de este niño que es tan joven y a la vez tan adulto; maduro y serio a la vez que abierto, jovial y franco.
Quise asistir a la reunión del Parque Central, pero por razones de salud no pude. De todas maneras, el dinero que iba a gastar en el viaje lo voy a depositar para colaborar con la continuidad de este medio revolucionario que siento, igual que muchas y muchos compatriotas venezolanos, como mío.
¡Adelante, camaradas!