¿Tampoco lo hará Villegas, el ministro?

¡Apreciados, camaradas, qué tal! Saliendo poco a poco de la incómoda situación de no tener a Chávez Presidente al frente de las grandes Batallas.

Menos mal que dejó conformado un buen equipo ministerial. Aunque los enemigos (para nada son “adversarios”) piensen todo lo contrario. Y lo bueno es que siendo Chávez un individuo tan absorbente, tan capaz que lo hizo algo egocentrista, pudo apreciarlos cuando las respectivas presentaciones de cuentas en la Asamblea.

Y de ahí delegó más funciones, como debe ser. Sigue siendo el Líder, el gran y único Líder, pero formó liderazgos de relevo. Hasta el de su relevo, como hizo con Nicolás Maduro y así todos podemos estar tranquilos con la continuidad de esta Revolución súper pacífica.

Tan es pacífica que no parece Revolución, sólo que se están realizando cambios profundos, paulatinamente hacia un Socialismo criollo, aún con el mierdero adentro. Capitalismo purito, por fuera y adentro del gobierno.

Todos sabemos, y pienso que en el tren gubernamental nacional -salvo uno que otro- bien lo han analizado, que por más que adelantamos interesantísimos asuntos de cambio estructural, por más que abarquemos aspectos sociales trascendentes, que solucionemos muchos problemas de los miles que nos aquejan por siglos de desidia nos está jodiendo -verbo popular más expresivo- el bombardeo mediático de la escualidez capitalista.

La mass media nacional encompinchada con la internacional, que defienden los mismos intereses anti populares, nos bombardea como lo hace la OTAN, o mejor dicho USA, con Libia, como lo hizo en Irak, buscando la destrucción del Líder y tanto dieron en Venezuela hasta que lo lograron con la inoculación del cáncer en Chávez

Y continúa con Maduro, a quien pensaron sacarían con la votación trajinada por una impugnación chimba. Pero pelaron, pero siguen…

Incesantes bombardeos de palabras, sonidos e imágenes “en racimos” cargados de los aspectos negativos de cualquier tipo, sin mostrar alguno positivo, o medio colaítos por ahí, van creando confusión.

Aunque no queramos verlo, aunque entendemos que el Presidente Chávez hizo una tremenda labor, especialmente la informativa positiva, pero él solito, ese bombardeo mediático, deformador y cotidiano, con los años ha ido calando en las mentes de compatriotas, hasta de los humildes, escualidizándolas y mermando la aceptación del hermoso proceso de cambios que se viene realizando.

Afectó a Chávez, claro, pero era tan avasallante su personalidad, sus miles de ideas e iniciativas, tan firme lo que sembró con amor, y sanamente, su abnegación por el buen desempeño aún las deficiencias de muchos de sus colaboradores, en especial los gobernadores y alcaldes (me disculpan los buenos que tengan la conciencia limpia de que lo están haciendo bien) que se mantuvo en la palestra pública, golpeado y todo.

Entonces, camarada lector, tenemos dos grandes factores adversos y por los cuales se está haciendo muy poco, y comparativamente con la desmedida oposición, mejor dicho, nada, como son la falta de una “política informativa” y la no “formación de conciencia”.

No hablaré de la formación de conciencia, tema que hemos tratado en varias oportunidades, por razones de espacio y de fastidio cuando son largos escritos -ruego me disculpen-, sí de la parte comunicacional, que es la que, por lo menos, duele más.

Vemos cambios en los escenarios de nuestra TV reina, VTV, esfuerzos por presentar una televisión de primera calidad, con entrevistadores y periodistas de primera, todo lo mejor en esos aspectos. Apreciamos mejoras en la programación de TVES. En VIVE, TV. Las excelentes transmisiones en la RNV. Pero…

Pero…, el bendito pero, pensamos que no están consustanciadas con las metas para proyectar la real imagen positiva de nuestro gobierno, de nuestra revolución. Y en eso coincidimos varios aporreadores. Creemos en las cadenas cortas para informar sistemáticamente. Repetidamente la misma hasta penetrar.

Tenemos tremendos programas, como, “Cosechando Conciencia” pero en horario matutino, donde se aprecian alcances en ganadería y agricultura. Y otros, siempre en horarios amaneciendo. Y en las tardes nos llenan de programas de entrevistas políticas. Que son buenos y necesarios pero por ser horarios estelares, pienso, deberíamos informar más de los logros y lo que se está haciendo.

En muchos de nuestros programas estrellas de VTV, le damos espacio a la contra en nuestra casa y perdemos tiempo defendiéndonos de la opinión de la oposición, aunque sea rebatida ya por el brillante Pérez o por el camarada Mario Silva, y su filosa Hojilla recientemente potenciada con el excelente camarada e incisivo crítico Ricardo Durán y el equilibrado profesor Arenas.

Extrañamos al combativo Amorin, pero como que cayó “en desgracia” televisiva, tal como Samán en la política activa.

Aquí me detengo y por eso el título de este artículo. Chávez, además de lector de libros, era un oyevidente porque, como es lógico, le permitía estar trabajando (incansablemente), pensando (permanentemente) mientras oía (medio veía) la TV, entonces los Roberto, Mario Silva, así como Tania Díaz y Pérez Pirela, tuvieron la suerte de que el Presidente interviniera en sus programas.

Sabía son los de mayor visión revolucionaria.

Sin que me quede nada por dentro, y me disculpan nuestros “camaradas de TV”, y con el debido respeto, pero lo que se ha escrito en Abrebrecha y Aporrea en todos estos años supera con creces a cualquier programa de la televisión venezolana en cuanto a la formación del pensamiento crítico, a la concienciación, a tratar de enderezar los entuertos del gobierno y del PSUV, sólo por nombrar algunos renglones del acontecer venezolano.

Y para que no hubiésemos cometido tantos errores.

Debemos exigir atención gubernamental y de las autoridades del PSUV a la palabra escrita. Está bien –o no está- que el presidente Chávez ni sus ministros, ni sus directores, no leyeran Abrebrecha o Aporrea (ya alguno dirá que sí, pero entonces “las letras” no lo conmueve) pero que los que han pasado por el MINCI no, coño, es imperdonable.

Cuando digo ministro, no propiamente él porque estará muy ocupado con el Presidente, pero que no haya ordenado que entre los análisis de todos los medios (que suponemos lo hacen), rescatando artículos para rebatir, etc., no disponga para estos medios virtuales revolucionarios de unos funcionarios “resumidores” de los análisis, de críticas profundas, de propuestas a granel, sabias e interesantísimas casi todas.

Así se le fueron a Chávez, a la Revolución, miles de opciones para mejorar en todos los aspectos. Perdimos valioso tempo. Todo siempre dependía, además de su gran imaginación, de uno que otro que le pudiese llegar (con lo difícil que era, o es) a dar un consejo bueno, cuando han aparecido, y aparecen, miles en Aporrea o en Abrebrecha.

¡Coño, qué angustia, camaradas!

La oposición, nacional e internacional, nos está jodiendo parejo y se nos pone cuesta arriba superarlos. Piensen el daño que por años nos han infringido. Están siempre por tumbarnos…

Por otra parte, recalco, resumo lo que he expresado en páginas enteras, y varias veces, sobre dos aspectos:

Primer aspecto: “la política comunicacional del gobierno” debe ser realizada, de una vez por todas, con la participación nacional de todos los ciudadanos. Una encuesta y aportes de calle, ¡ya!

Participación y protagonismo, creo que la llaman.

Y esta apreciación, participativa y protagónica como lo plantea la Constitución, debe abarcar todos los planes, los programas banderas.

Ya está bien que en la elaboración de los planes sólo participen los amigos, los conocidos de los ministros, por más expertos que sean, cuando muchísimos, también expertos desconocidos, podemos opinar y proponer positivamente, hasta mejor, en talleres, pero eso sí, bien incluyentes, no como los que a veces se hacen con invitaciones a Psuvistas activistas solamente.

Segundo aspecto: ordenar, legislar, buscar cualquier argumento bien sustentado -que de cualquier forma chillarán los escuálidos-, para detener (yo digo prohibir) tres cosas: 1.- Eliminar la lectura de periódicos en los medios radiales y Tv.

Cada medio de comunicación deberá cumplir empleando sus propios mecanismos para la información, sus micrófonos y sus cámaras. Dando más empleo a periodistas. Y nos quitamos el amarillismo, léase bombardeo en racimo, mañana y noche, mediodía y tarde, de periódicos que nadie compra pero que se mantienen vivitos, con auxilio financiero externo, vomitando tinta reaccionaria. Tal Cual, El Nuevo País, cualquier vaina de estas.

2.- Equilibrio en la información. Sintetizándolo: toda información contra el gobierno debe incluir, en la misma proporción, un logro (que hay a montones). Ejemplo: una foto de una escuela o un servicio dañado, un comentario ácido, debe estar acompañado con una relación de las reparadas.

3.- Todo el que exprese alguna mentira será sancionado.

En cualquier artículo, en cualquier programa radial o de TV., entrevistador y entrevistados inventan, mienten, unos pedazos de mierda, y donde ni ejercemos un derecho a réplica, con todo y lo dañino. Salen Mario y Pérez Pirela aclarando, pero sólo los vemos los chavistas y alguno que otro escuálido majunche.

La gran masa opositora se lo traga y se lo cree, de ahí, entre tantas cosas, los 7 millones y pico de Radonski, de paso el mentiroso mayor.

¿Hasta cuándo, Villegas?, ¿Hasta cuándo Presidente Maduro?, ¿Hasta cuándo Diosdado?, ¿Hasta cuándo, coño?


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Eduardo Palacios Sevillano

Ingeniero Civil. Escritor y caricaturista. Productor radial y locutor. Miembro de la directiva de la Orquesta Sinfónica del Estado Anzoátegui. Miembro de la Junta Directiva de la Sociedad Bolivariana del Edo. Anzoátegui. Coordinador de la Red de Historia, Memoria y Patrimonio de Anzoátegui.

 edopasev@hotmail.com

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