Que arrecho ¿Rescatamos a Chávez del secuestro de la oligarquía en 2002 y no vamos a poder rescatar a Mario del “Chavismo”?.
Esto que está sucediendo a lo interno me recuerda una expresión del Libertador Simón Bolívar en 1828; permítanme una brevísima reseña para explicarme:
En 1826 Páez exigió una reforma a la Constitución vigente desde el 21 y prevista para 1831; Santander se opuso armándose un enfrentamiento entre este y Páez; Santander le escribe a Bolívar: “si se sostiene la facultad de acelerar la convocatoria de la Gran Convención para reformar las instituciones, le anuncio a usted, desde ahora, que no hay Unión Colombiana y que se trabajara por restablecer la Republica de Nueva Granada de 1815. En esto piensan hombres de influencia, y yo soy de la opinión de que más vale solos que mal acompañados”… “Si yo hubiera sido usurpador, todos los fuegos se me habrían echado encima, y lo mismo si hubiera sido algún otro General sin relaciones ni prestigio; ha sido Páez, ¿Y porque es Páez han de callar las leyes, los principios y hasta la razón? Por desigualdad tan disforme no se ha combatido, ni yo he cooperado a la independencia del país para que los colombianos queden representando la escena infame y peligrosa de someterse al poder del más fuerte a despecho de las leyes y de autoridades legítimas”.
Santander y Páez comenzaron una guerra mediática divulgando chismes y mentiras contra Bolívar (esa mala maña no es nueva, por lo visto la oligarquía la usa desde que apareció la imprenta y antes).
Bolívar reacciona ante esto y le escribe a Santander: “Mientras que el pueblo quiere asirse a mí, como por instinto, ustedes procuran enajenarlo de mi persona con las necedades de la Gaceta y de los oficios insultantes a los que ponen su confianza en mí. Está bien, ustedes salvaran la Patria con la Constitución y las leyes que han reducido a Colombia a la imagen del palacio de Satanás que arde por todos sus ángulos. Yo por mi parte, no me encargo de tal empresa. El 1º de Enero le entrego al pueblo el mando, si el Congreso no se reúne para el 2 y después marchare a Venezuela a dar allí mi última prueba de consagración al país nativo. Si Usted y su administración se atreven a continuar la marcha de la República bajo la dirección de sus leyes, desde ahora renuncio al mando para siempre en Colombia, a fin de que lo conserven los que saben hacer este milagro. Consulte Usted bien esta materia con esos señores, para que el día de mi entrada en Bogotá sepamos quien se encarga del destino de la República si Usted o Yo”.
De Paez dijo: “El General Páez es el hombre más ambicioso y más vano del mundo; yo lo conceptuó como el hombre más peligroso de Colombia porque tiene medios de ejecución, tiene resolución y prestigio entre los llaneros, que son nuestros cosacos” en carta enviada a éste Bolívar le dijo: “Conmigo ha vencido Usted; conmigo ha tenido Usted Gloria y Fortuna, y conmigo debe usted esperarlo todo. Por el contrario, contra mí el General Labatut se perdió, el general Castillo se perdió; contra mí el general Piar se perdió; contra mí el general Mariño se perdió; contra mí el general Rivas Agüero se perdió y contra mí se perdió el general Torre Tagle. Parece que la providencia condena a la perdición a mis enemigos personales, sean americanos o españoles; y vea usted hasta donde se han elevado los generales Sucre, Santander y Santa Cruz”
Después de muchos sucesos y acciones y después de haber llegado a un acuerdo con paz para evitar la guerra civil, Bolívar sorprendió a todos pidiendo una Asamblea Nacional Constituyente para hacer un nuevo pacto social, lo cual no estaba previsto en el marco constitucional: “En una palabra, mi querido general, yo no conozco más partido de salud que el de devolver al pueblo su soberanía primitiva para que rehaga su pacto social. Usted dirá que esto no es legítimo; y yo, a la verdad, no entiendo que delito se comete en ocurrir a la fuente de las leyes para que remedie un mal que es del pueblo y que solo el pueblo conoce. Digo francamente que si esto no es legítimo, será necesario a lo menos, y, por lo mismo, muy propio de una Republica eminentemente democrática”.
Al reunirse el Congreso esto no fue aprobado; solo se aprobó una Convención a realizarse en Ocaña para discutir la posibilidad de modificar la Constitución antes de 1831; esto era la segura convocatoria a la guerra civil pues Páez pedía una reforma ya o separaría (como efectivamente hizo) a Venezuela de La Gran Colombia. Ante esto Algunos (Urdaneta entre estos) pedían una guerra contra los separatistas.
En el espíritu de Bolívar comienza a librarse una dramática lucha entre no tener compasión con sus adversarios o conducirse de manera que sus actos no lo coloquen en la posición de déspota arbitrario y por lo tanto indigno del título de Libertador. Le escribe a Urdaneta (a esto me refería al inicio): “Yo me sepulto vivo ante las ruinas de esta patria complaciente y dócil a los consejos de los tontos y de los perversos; por lo mismo, debo irme a romper con el mal. Lo último sería tiranía y lo primero no se puede llamar debilidad pues no la tengo. Estoy convencido de que si combato triunfo y salvo al país y usted sabe que yo no aborrezco los combates. Mas ¿Por qué he de combatir contra la voluntad de los buenos que se llaman liberales y moderados? Me responderán a esto que no consulté a estos mismos buenos y liberales para destruir a los españoles y que desprecié para esto la opinión de los pueblos; Pero los españoles se llamaban tiranos, serviles, esclavos y los que ahora tengo al frente se titulan con los pomposos nombres de republicanos, liberales, ciudadanos. He aquí lo que me detiene y me hace dudar.”
Disculpen la lejanía de la reflexión pero me vino a la cabeza todo ese episodio pensando en que cuando a Chávez lo secuestraron, salimos con todo a rescatarlo contra quienes lo tenían pues estos se llamaban tiranos, opositores, antichavistas; pero ahora en esto que está sucediendo con Mario Silva y La Hojilla, estamos amarrados; no somos capaces de salir a rescatar a Mario Silva y La Hojilla, pues quienes lo tienen se llaman a sí mismo compatriotas y Chavistas.
No nos podemos dejar mancillar nuestros derechos solo porque quienes tienen la responsabilidad de conducir el gobierno tomen decisiones inconsultas o nos acusen de anti lo que sea por exigir rectificar.
Mario Silva y La Hojilla deberían volver; esa decisión de cerrar esa ventana fue, según mi punto de vista muy mal tomada y solo favorece a la oligarquía mediática mundial.
Cerrar la Hojilla es darle crédito a Ismael García, que no llega a mosca, cerrar la Hojilla y silenciar a Mario Silva es darle una estocada fulminante a la mayor trinchera que tenemos contra la guerra mediática. Cerrar la Hojilla es darle un increíble triunfo a la oligarquía de los medios de descomunicacion mundial.
Esto no es nada personal, es simplemente una opinión estratégica; lo único es que estamos como antes estuvo Bolívar no podemos protestar contra las acciones de los “nuestros” con la misma fuerza que lo haríamos contra las acciones de los antichavistas.
Por la paz del país La Hojilla debe volver y Capriles debe ir preso: cárcel para los que andan por el mundo cometiendo el delito de traición a la Patria.
Si son tan efectivos y agiles para tomar una decisión como cerrar una de las más importantes trincheras de lucha; que demuestren su agilidad y efectividad deteniendo en el aeropuerto a quienes estén inmersos en el delito de Traición a la patria apenas osen poner su “pata insolente” en nuestro sagrado suelo.
Yo por mi parte he comenzado una campaña para el que me quiera seguir.
Patria Socialista, o Muerte. Venceremos!!!