Globovisión camina hacia su propia procesión funeraria

El ruido ensordecedor de las mentiras que Globovision emite desde que fue creada ha bajado de tono pero es asombroso que todavía esa televisora tan paupérrima orce para no zozobrar todavía; mas, de matalote hay un espejo elocuente para que se mire: RCTV.
Globovision cataloga a su ex rezón Matacura Castillo como “ciudadano” (?). ¿Ciudadano de qué? ¡Bonito ciudadano! ¡Qué bolas tiene Globovision, bah! Convicto, aunque “sinfeso”, pero convicto al fin, el sinvergüenza de marras está implicado en el horrendo asesinato de sacerdotes y monjas, allá en el Salvador, cuando estuvo de embajador venezolano en esa hermana nación. Yo estimo que eso de hacerse llamar ciudadano siendo un cruel asesino de inocentes constituye una burla macabra contra el pueblo porque ciudadano es otra cosa, un ciudadano es un caballero que vive en la ciudad, otra cosa es un asesino que vive en la ciudad.
La connotación que del buen ciudadano tiene el pueblo, se contrapone a lo que representa ese despiadado, por antonomasia, Nerón.
Tú puedes vivir en la ciudad y no ser propiamente un ciudadano, en sentido lato tal como el pueblo lo concibe, ¿cómo llamar ciudadano a un sujeto que está convicto de crueldad extrema, como Leopoldo Castillo, y también darle ese mismo calificativo ciudadano a Juan Martínez que es un ejemplar padre de familia?
¡No lo entiendo!
Otra corrupta globovisiva que chapoteaba en el fango de la inmoralidad es una tal Carla Angola que se metía de ñapa 40 palos mensuales más 120 de aguinaldo por cantarle la zona al ex gobernador de Zulia, Pablo Pérez; pare usted de contar corruptos de la peor calaña que medraron en Globovision para desde allí esquilmar al pueblo, acorde la conchupancia de gobernantes corruptos y corruptores.
Ahora Globovision parece querer lavarse la cara pero no le queda nada bien a estas alturas; marcha lenta pero inexorablemente a su propia procesión funeraria porque su estrategia fue y es suicida; y aunque el pueblo dice que ha visto mucho muerto cargando bojote yo no creo que sea el caso.
No obstante ¿por qué no? Pero, mire quien abre la puerta: Vladimir Villegas y etcéteras de la misma calaña, tristes, aleves, traidores, grises muy grises; mas, volviendo al tal Vladimir, éste me hace recordar el aforismo popular que reza “un reloj me da la hora exacta, dos relojes me dan la duda”, así que me quedo con un solo reloj.
No es con medidas a medias ni con reformas de detalles como va a hacerse creíble nada ni nadie aquí en una Venezuela en revolución, y mucho menos esa nodriza de odios que es Globovision, que es un instrumento de tortura contra el pueblo, una máquina de guerra al servicio gringo, contra el Estado Venezolano.

oceanoatlanticoguillermo@gmail.com



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Guillermo Guzmán


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