El inconsciente no asimila su realidad inmediata sino la mediática, no será sencillo que una persona admita que la evidencia de su propia perspectiva del mundo es errónea, y eso le sucede mayormente a quienes viven presos de dogmas.
Un atenuante de ver erróneamente la realidad, pudiese ser, enfocarnos a mirar lo que sucede dentro y fuera de nosotros mismos, con la disposición hacia una mentalidad abierta; tratar de ver las cosas con una mentalidad cerrada, dogmática, desde posiciones tomadas de antemano, lo que hace es encalamucarnos.
Venezuela -y el mundo, en general- está siendo atacada desde el centro del imperio norteamericano, vía Hollywood que es como decir, Vía Crucis, en pos de nuestro petróleo y demás minerales tales el agua y, además de toda la espléndida biodiversidad, y ante tales ataques lo propio es defendernos, y no es poca cosa que el campo de batalla sea la cabeza porque si vamos al caso, toda persona reacciona y opera en función de lo que tiene en ella.
El imperialista rapaz inmoral y brutalmente insaciable sabe cómo opera el cerebro, pero nosotros también lo sabemos así que apelemos a ese saber y vayamos al combate; nada mejor para entrompar que asumir el diálogo como un ejercicio liberador.
Hay que debatir entre nosotros lo que hacer en esta crucial batalla para defendernos de la agresión imperialista que ataca por todos los frentes -cine, radio, periódico, internet y pare de contar- con toda clase de falacias persuasivas y refinadas manipulaciones que embaucan a cualquier mente no entrenada debidamente para salir airosa en el campo perceptivo.
La cabeza de muchos es un basurero de ideas elaboradas en laboratorios del imperio y difundidas en forma de imágenes, diálogos y toda clase de patrañas; en contrapartida nosotros no debemos seguir permitiendo que el enemigo sea quien lleve noticias a nuestra gente, de ahí la importancia del diálogo como elemento liberador.
El análisis de los perfiles de esa información deliberadamente planificada de manera patógena en los laboratorios de guerra sucia del imperio y que “Vía Crucis” es propalada contra Venezuela, revela a simple vista, a flor de piel, el tufo de percepciones condicionadas y durante muy largo tiempo sembradas en el subconsciente de muchos, en nuestro pueblo.
Cuando el enemigo quiere que la colonizada cabeza de fulano recuerde un determinado mensaje, por aquél envenenado y previamente sembrado en la cabecita de éste, aludido “pavlovniano perrito, pisa una tecla y alborota todos los demonios contenidos en dicha “trampamensaje”.
Hacer que alguien recuerde determinada información en un específico momento, significa apelar al comportamiento de áreas muy complejas del cerebro humano y esto puede hacerse para bien o para mal; al respecto el enemigo asigna tan ingrato trabajo al periodista cuya loca codicia lo hace andar por oscuros callejones; tanto encopetados editores como reporteros peones imbéciles hacen pensar que sus funciones mentales no están en sus respectivos cerebros sino en otra parte, ejemplos de tales curruñas sobran acá en Venezuela: “El NaZi[onal]” “El Universal”, “Últimas Noticias” y etc periódicos; Venevisión, Globovisión, Televen y etc televisoras; radios y más radios propaladores de los valores del consumismo capitalista, hacen del mensaje una pesadilla cruel a toda hora.
A propósito del coloquio internacional que ahora se efectúa en Caracas, al parecer jueves y viernes de esta semana, respecto al tema, me he animado a referirme a este puntual acto comunicacional.
Mas, parafraseo a Picasso, “El que se guarda un elogio se queda con algo ajeno”, para referirme a Britto García y a José Vicente, a quienes observé hace algunos días en una entrevista magnífica y me dije que: Esos son dos tacos, qué bueno, no todo comunicador es granuja.
Pueda que aquí existan mejores y más brillantes comunicadores que esa augusta pareja de patriotas, por mí expresamente citada pero a mi modo de ver, se trata de dos verdaderos tacos, y es por lo que les pongo 100 pts a cada uno, pese a que durante la referida entrevista que me ha servido de marco para condensar estas reflexiones, hubo un ligero parpadeo de parte de uno de ellos.
Siempre consecuentes con su porte de patriotas aunque cada uno de ellos con su propia forma, Britto García y José Vicente son en esencia -tales como hielo y agua- un par de patriotas que, como tales, debatieron la realidad, en la televisión, para el bien de nosotros los audientes.
A la sazón estaba yo pendiente, puesto que a mis manos no llega periódico alguno -excepto para poner un fax o un telegrama en casos de urgencia- y además suelo hacer caso omiso a las noticias de la radio y la tele, a menos que se trate de algo expreso; antes prefiero oír música, no obstante, heme ahí, disfrutando ver la entrevista citada, José Vicente con Britto García, y me pareció bien buena, así que, al grano:
Britto García, inclusive, apabulló con sus respuestas a José Vicente y dejó la impresión de andar como una hojilla (buena señal); en cambio noté que José Vicente trastabillaba un poco al momento de repreguntar, porque tal vez no podía procesar con la velocidad del rayo el contexto de la respuesta recibida y es que el compañero Britto García lanzaba el jab como Cassius Clay frente a Sony Liston, y no le dejaba tiempo siquiera para pensar, ya que al mosquito, ni agua; y, una buena entrevista es como un combate de amplia perspectiva.
Pero, ya para los confidenciales, José Vicente recuperó el recio perfil que lo caracteriza como un gran maestro del oficio que le atañe, el periodismo verdadero, por lo que me alegró; no estaba en decadencia -pensé-sino que recibió un breve aunque no deliberado “lucky punch” al no procesar con la rapidez del rayo, las respuestas de su entrevistado, Britto García, para el contraataque y así sacarle hasta la última gota de jugo a la naranja.
Y, es que el pueblo ávido de información verdadera demanda de sus más esclarecidos hombres, tal es el caso, elementos de juicio que coadyuven el proceso de conformarse -cada quien- una visión apropiada de la realidad porque francamente, como ya señalé antes, el ciudadano tiende a obrar en función del tipo de conocimiento que posea de su realidad.
A manera de autocrítica al encabezado de estas reflexiones y en señal de mente abierta, aclaro que aquí no se trata de reflexiones “in vivo” ni “in vitro” sino que en realidad son reflexiones telemétricas acerca de algo que vi en la pantallita, lo cual me permitió formar mi propio criterio acerca de lo que considero un verdadero acto comunicacional, la entrevista dominical “José Vicente Hoy” con Britto García.
Otan:
Curiosidad, vale para los esclarecidos el mero par de apellidos o el mero par de nombres (Britto García ó José Vicente) pero de otros se apela el simple Fidel, Ché, Mao, Chávez, Lenín, Madiba (apodo), Maradona, Pelé, Marx, Cristo, Ho, Pepe, Lula, Galeano, Gabo…y es comprobable que toda regla tiene una excepción al menos: Guillermo.
Bueno, si he oído de un tal Guillermo pero le dicen Tell, un Guillermo a secas no existe y tal vez no existirá nunca pero eso es lo de menos.