Tilingo tilingo mañana es domingo
Se casa Agapita con Don Juán Domingo
_¿Quién es la madrina?
_¡Juana Catalina!
_¿Quién es el padrino?
_¡Pepe Barrigón!
El que hable primero se traga un tapón
Yo no me lo trago porque tengo la llave de San Simón.
Progreso y decadencia son aristas inteligibles de una relación biunívoca e indisoluble, todo caduca a cada cierto tiempo, el taco Britto García ofrece al país, a cada rato, libro tras libro cada cual contentivo de sus reflexiones respecto de la dinámica realidad porque seguramente él gravita dentro de un estado superior de consciencia que lo impele a ese trabajo creador.
Tal vez Britto García no sea el más esclarecido pensador de la vanguardia de patriotas que coadyuvan los pasos de la revolución bolivariana, pero sí a mi modo de ver, muy cercano al pueblo; es por lo que lo cito pero puede ser cualquier otro compañero patriota de esa vanguardia del pensamiento renovador.
Bien -renovar el pensamiento creador- y mal -estancarse en la tradición- son aristas inequívocas de la fluida realidad venezolana.
El mal es parte del bien, lo perfecto solamente puede existir en un mundo ideal, la cuestión es luchar desde una perspectiva de profundidad, valga, definirla desde la ética revolucionaria, no desde la ética burguesa que es otra cosa; así por ejemplo, mientras libros que fueron publicados apenas ayer ya hoy son renovados, en cambio la Biblia que data de dos mil años, sigue inmutable, plagada de dogmas y, en consecuencia, caduca.
(Recomiendo para el debate leer “Biblia Santa necesita una fe de erratas” así intitulada, y está en la red, podría ser útil para complementar).
Yo ignoro si la poesía ha sido, es o será una categoría inferior, superior o igual a la economía o acaso a la política; como -al decir del pueblo- no hay peor cuña que la del mismo palo, es bueno advertir que ciertos poetastros quieren llevarnos a un mundo ideal; en cambio, otros como Andrés Eloy Blanco y tal parece ser que Walt Whitman, pisan más a fondo.
En Whitman tú encuentras que “…la vida es desierto y oasis /...pero tú no dejes de creer en la poesía que pueda cambiar el curso del mundo…/ …no abandones la ruta de hacer de tu vida algo extraordinario… / …aprende de los poetas muertos … / … nosotros somos los poetas vivos …” ( más o menos sic).
Andrés Eloy Blanco plasmó en su “Canto de los hijos en marcha” lo que a mi modo de ver, más que un poema bestial, es la descripción fidedigna de una realidad desbordada por los cuatro vientos.
“Canto de los hijos en marcha” no es, a mi modo de ver, un simple poema de rutina sino una definición revolucionaria radical.
Pero, al grano (contraloría social):
Al parecer de algunos compañeros y, al efecto, un tanto al ojo por ciento, las películas que VTV exhibió anoche (sábado) fueron bien buenas.
VTV solía malgastar el tiempo de los sábados en la noche pero ayer dispuso convertirlo en provecho.
Hace falta un cine de descolonización, no afirmo que el aludido lo sea, hay que andar a ese respecto; mas, cuando se confronta lo tradicional se anda en buenos pasos.
Los resultados negativos merecen el mismo respeto que los positivos; hoy hay que decir lo que uno observa, que VTV parece recomponer su debido andar.
¡Puntualmente, 100 puntos para VTV!