Corpozulia con la llegada del General Carlos Eduardo Martínez Mendoza, no
sólo se ha convertido en la gobernación paralela, o en la sede del partido del
gobierno dadora de ayudas comprometedoras. Es en especial la fuente del
fascismo en el Zulia, o estas bajo mis órdenes o te destruyo.
Su gestión técnica y administrativa en
Corpozulia se confunde con la del típico militante político jefe de partido. Esta
dualidad de funciones hace que toda la cosa pública del Zulia la concentra en
sus manos, entre estas, la relación con los partidos y grupos políticos, con
todas las dependencias u organismos nacionales, con el Ejército, la Guardia
Nacional, los recursos nacionales para otorgar prestamos a los empresarios o
cooperativas, para vivienda, vialidad, para planes agrícolas, el asunto de la
tierra, los recursos para las movilizaciones y las campañas presidenciales, nacionales,
regionales o municipales, la cultura, la educación, la salud, las Misiones sea
cualquier su naturaleza, las relaciones con los medios de comunicación, con
PDVSA, acciones cívicas, o cívico-militar, algunas obras mayores o de menor
monto con la Gobernación de Manuel Rosales.
A los alcaldes de la Subregión Guajira les
exige la mayor fidelidad posible y repetir públicamente la frase “gracias al
carbón” antes de entregarles cualquier donativo proveniente del dinero del
fondo social para el desarrollo. El gasto publicitario es bestial en aras
imponer a través de la propaganda los intereses de los capitales transnacionales
del carbón sobre la población. Apabulla con emisarios o inesperadas llamadas
telefónicas a cualquier funcionario del Estado que no comparta el modelo de
desarrollo minero carbonífero portuario vial que quieren concretar los
organismos multilaterales y multinacionales desde la corporación zuliana.
Las organizaciones sociales, que combaten en
la calle esta actitud político gerencial y este modelo de enclave minero vial
exportador, de inmediato les abre una campaña terrorista de investigación y amedrentamiento
mediático y físico, las cuales se potenciarían si se cumple sus sueños de ser
el próximo Gobernación del Zulia. Lo primero que hace es denominarlos, en
privado y en público, contrarrevolucionarios y agentes de la CIA, sin caer en
cuenta que es la propia central de inteligencia estadounidense la principal
defensora de los intereses de los Estados Unidos y sus multinacionales mineras,
incluyendo la Vale do Rio Doce.
Su desespero y sus compromisos con los
capitales imperiales han llegado a tales extremos que ya nada le importa.
Pareciera que el mentir y el amenazar son vinculantes con su ética corporativa.
Es necesario que el Gobierno y el ciudadano de bien comiencen a ponerle cuidado
a esta singular manera de actuar; no den por cierto estas afirmaciones, es recomendable
más bien observar como se viene diluyendo por estos atajos su gestión.
Publicado por ANPA, Agencia de Noticias del Pueblo