Ya saltaron los Sin Vergüenzas (entre los primeros los mafiosos Sapos de la SIP) de todos los calibres para defender a los dueños ladrones de “El Correo del Caroní”. Nada me extraña que ya estén preparando un informe para defender también al Hearts de Venezuela (ex magistrado en plena juyidera) Luis Velásquez Alvaray, dueño y con grandes intereses dentro de toda una red de periódicos entre los que se encuentran “De Frente” (en Barinas), “Pico Bolívar” (en Mérida), el propio diario “Fronteras” (también en Mérida), etc.
La llamada mafia “Reporteros Sin Fronteras (RSF)” acaba de denunciar a través de un comunicado, "el sabotaje dirigido contra El Correo del Caroní, establecido en el estado Bolívar" e hizo un llamado al gobierno local, en conflicto con el diario desde el pasado marzo, para que" tenga un gesto de apaciguamiento".
Ya se sabe que esta organización francesa que dice velar por «la libertad de prensa» en todo el mundo y que no es más que otra tapadera de la CIA, recibe financiamiento del gobierno francés y de la National Endowment for Democracy (NED) (un fondo privado cuyos recursos son aprobados por el Congreso y administrados por el Departamento de Estado).
Todos los medios privados de Venezuela (que aún no entiendo por qué el gobierno nuestro y muchos miembros del movimiento bolivariano revolucionario los llama “medios de comunicación”), son meramente agentes mercenarios terroristas a sueldo del imperio norteamericano. Si desde el mismo año 2.002, los revolucionarios hubiésemos tomado conciencia de que esos medios no tienen nada que ver con comunicación, con periodismo serio y decente, y hubiesen sido descartados para recibir ninguna clase de información por parte del Estado y por parte del mismo pueblo, entonces hoy estarían totalmente desaparecidos y en ruina. Pero les dimos beligerancia en una guerra en la que ellos llevan todas las de ganar. Les permitimos ingerencia en ministerios, en la AN, en las gobernaciones, en nuestros debates populares, en las FAN, y entonces hemos sido nosotros, los bolivarianos quienes les hemos dado fuerza y un extraordinario poder para que decidan incluso sobre el destino de nuestra nación, de nuestra revolución. A Glúteovisión van nuestros diputados y hasta algunos dirigentes a ser chacoteados por Roberto Giusti. Entonces Roberto se crece, es el hombre que escupe a la cara de nuestra causa con su larga befa y con su protuberante facha. Y hay quienes desde nuestras filas, creyendo que esa es una manera de metérnosle en sus propias guaridas guarimberas, acuden a esos programas para que se les escupa, para que se le infeccione el alma ante tamaños canallas y asesinos. Soberano error, porque les mantenemos la audiencia, sus pautas, sus malditos negocios, e incluso hasta estamos propiciando que nuestro pueblo y nuestros camaradas vean, estén atentos, esos programas de mierda.
Lo mismo pasa cuando vemos páginas a todo color y ocupando grandes espacios en “El Nacional”, con propaganda de Tarek William Saab y de Juan Barreto.
Yo no sé de qué manera podemos en algún momento sancionar a canales como Puma TV, RCTV, TVO, Teléxito, Telecaribe, Glúteovisión, Televisa y Niños Cantores por las grave irregularidades que cada día cometen contra nuestro pueblo, si al mismo tiempo hay camaradas que se desviven por asistir a sus programas de opinión y les encanta declararle a sus mercenarios reporteros.
