La SIP (Sapos Interamericanos de Prensa) pretendía que el gobierno revolucionario Bolivariano recibiera de manera oficial a la agente de la CIA, Diana Daniela (quien se mueve por el mundo con intenciones de derrocar al Comandante Chávez). Llega Diana Daniela, en medio del gran plan desestabilizador que se ha puesto en marcha para bombardear al CNE, e imponer todo “un desalentador cuadro sobre el estado de la democracia en Venezuela”. ¿Pero que es una raya más para un tigre, por cuanto que Venezuela, junto con Cuba, es el país más severamente atacado por estos canallas Sapos de la CIA? ¿Qué cuento es ese que una agencia de criminales se traslada a un país para sancionarlo porque su pueblo no se ha dejado embaucar por las putas de los medios?
Llegan estos Sapos con el mismo cuento de que se están llevando a patíbulo a periodistas santurrones como el Miguel Angel Rodríguez de RCTV, la Ibeyise Pacheco, la Patricia Poleo y a la Marianela Salazar. Los Sapos, revisarán los expedie3ntes que pesan sobre estos angelitos y luego de sus ditirámbicas declaraciones sobre las amenazas a estos enanos de la comunicación, se dirigirán a las instalaciones del Diario Correo del Caroní, que justo el 27 de junio, día de su fundación y del periodista, fue “saboteado”, con un corte de energía eléctrica que impidió la publicación de su edición aniversaria.
En esta Asociación de Sapos, claro, no puede existir ni mediana ni someramente un solo medio alternativo, y la jefa suprema que en esta ocasión, su máxima representante, su presidenta, Diana Daniels, proviene nada menos que del ultra-derechista The Washington Post Co: Uno de los periódicos más cochinamente degenerados del mundo, el más terrorista e inmoral de los diarios del planeta. Dice el lingüista Noam Chomsky, que por ejemplo, David Ignatius, comentarista del Washington Post, describía la invasión de Irak como "la guerra más idealista de los tiempos modernos", pues se combatió exclusivamente para llevar la democracia a Irak y a toda la región. Ignatius se mostraba particularmente impresionado por Paul Wolfowitz, "el idealista en jefe de la Administración de Bush", a quien describe como un genuino intelectual que "sufre por la opresión (del mundo árabe) y sueña con liberarlo". Quizá esto ayude a explicar la carrera de Wolfowitz. Como su fuerte apoyo a Suharto en Indonesia, uno de los peores asesinos y agresores de masas del siglo, cuando Wolfowitz era embajador en dicho país durante la presidencia de Reagan. Como funcionario del Departamento de Estado para asuntos asiáticos bajo el mandato de Reagan, Wolfowitz supervisó también el apoyo a dos dictadores asesinos, Chun, de Corea del Sur y Marcos, de Filipinas”.
Y esos promotores del terrorismo mundial, son los representantes de la SIP en el mundo. El diario El Nacional, socio de la SIP (de los principales diario terrorista de América Latina) ha defendido a capa y espada los sangriento actos de la oposición durante el golpe del 11-A; promovió toda clase de confusiones y obstáculos junto con Globovisión y RCTV para que jamás fuese esclarecido el asesinato del fiscal Danilo Anderson, porque en él se encuentra seriamente involucrada la “otra madre Teresa de Calcuta”, Patricia Poleo.