El pitazo que le dieron a la SIP fue lo del retiro, en el 2007, de las concesiones de frecuencia radioeléctricas a ciertos medios. Marcel Granier salió a Washington pegando el grito en el cielo. Pobrecitos. Entonces, el Departamento de Estado ordenó a la SIP para que se trasladasen cuanto antes a Venezuela para preparar el ambiente de seria “amenaza a la libertad de expresión”, y hacer recular al Estado en este nuevo intento por desactivar a esa parte del sector empresarial exacerbadamente golpista. ¿Qué esperanza le quedaría al sector golpista venezolano si salen del aire Globovisión y RCTV, por ejemplo? Quedarían sólo El Nacional, 2001 y El Nuevo País chapoteando en el barro, emponzoñados de odio y mentiras.
Gonzalo Marroquín, presidente de la Comisión de Libertad de Prensa e Información de la Sociedad Interamericana de Prensa (SIP), pudo perfectamente percatarse de la gran libertad de expresión que existe en Venezuela y de que aquí nadie se encuentra amenazado por decir lo que quiera. Pero ese no es el asunto que le preocupa, para eso le paga la CIA, lo suyo es venir a manejar un cierto tipo de información que debe luego propagarse por el mundo, cual es hacer madurar la idea de “los grandes riesgos que corre la democracia en Venezuela” y de que ya es hora de que el mundo civilizado se apiade de esa oposición tan sofocada y desangrada. El plan es también hacer ver que aquí no podrán darse elecciones limpias, que no hay condiciones para ello, y por eso afirma que la ley permite acosar a medios y periodistas.
La menorragia de Marroquín es virulenta, y señala que la negativa del Gobierno de recibirlos muestra falta de tolerancia. ¡Este canalla hablando de falta de tolerancia!, cuando muy fácil sería para él ver todas las mañanas el programa de Miguel Angel Rodríguez, y enterarse dónde se encuentra la verdadera intolerancia en este país. Ver los titulares torcidos y amañados de El Nacional, 2001 y El Nuevo País. Y repite lo que vienen diciendo la SIP y los medios golpistas ven4ezlanos desde hace cinco años: "Existe un deterioro constante en materia de libertad de prensa".
Todo el mundo sabe que el verdadero trabajo de la SIP en América Latina es mantener a todos los gobiernos condicionados, aplastados por sus negocios, chantajeados y sometidos a los dicterios del imperio. Sin medios manipuladores no podrían las transnacionales imponer sus reglas y manejar a su antojo los grandes contratos con el Estado. Y por eso estalla Marroquín cuando dice que la SIP pudo comprobar que "la legislación restrictiva que se ha venido aprobando durante los últimos años ha servido para crear un marco legal que permite acosar, por medio de acciones legales, a medios y periodistas"; al tiempo que señaló que "los poderes públicos parecieran tener una estrategia para lograr debilitar a la prensa independiente". Qué cinismo, qué bajeza y que los venezolanos constantemente tengamos que tragarnos estos purgantes y estas miserias. Y aún más, tiene el tupé de añadir que el acceso a la información oficial es "bastante restringido para los medios o periodistas que no tienen una posición pro gubernamental", y que el Estado utiliza la publicidad de sus organismos y sus recursos para premiar o castigar a los medios de comunicación. Una de las cosas que habría que decir al mundo es que el asesinato del fiscal Danilo Anderson fue obra de la SIP; que fueron ellos quienes los planificaron, quienes luego de matarlo procuraron destruir las pruebas y atacar con criminal inquina a los testigos. ¿Qué realmente hubiera sucedido aquí con los asesinos de Danilo Anderson si Globovisión no hubiesen emprendido su rastrera y vil campaña contra el testigo clave de este caso?, por eso chillan y dicen que muestran preocupación por las constantes amenazas a los medios de retirar las concesiones de frecuencia radioeléctricas, y por el hecho de que estas concesiones puedan ser usadas también "como premio o castigo por esa misma línea independiente u oficialista".
Pero no sólo eso, sino que vemos que su acción fundamentalmente tiene que ver con el proceso electoral que se avecina y por ello el presidente de la SIP se refiere a los próximos comicios presidenciales del 3 de diciembre en estos términos: "esperamos que en el proceso electoral que se avecina en este país se respete profundamente la libertad de prensa, como único medio para garantizar que la población tenga toda la información para poder participar en un proceso democrático con absolutos derechos". Ahí está, pues, la hoja de ruta que les ha marcado la CIA para que se trasladen a Venezuela a colocar minas y bombas.