Un articulista nacional, ex Ministro de las llamadas "obras públicas" en la IV República bipartidista, administraciones esclavizadas a yanquilandia, opinó con mal disimulo escudándose en sus años de escribidor, una tibia justificación a la amenaza militar y el cerco económico a Venezuela. Afirma que si un Presidente resulta electo mediante votación universal directa y secreta, su administración debe respetar los derechos humanos. Recordé el "saludo a la bandera" de sus gobiernos y sus policías represivas.
No se atrevió el veteranísimo social cristiano dispensador de favores partidistas, en construcciones urbanísticas y permisos de gobiernos copeyanos, a admitir que jamás su partido adversó en el contubernio guanabanoso verdiblanco, y menos protestó, masacres, censura y control de prensa, porque los copeyanos hacían igual que los adecos. En sus quinquenios autorizaron oficinas de Control a la Radio y TV, destinadas a advertir a los medios, la inconveniencia de criticar demasiado al gobierno de turno.
Ilustro con una anécdota la censura en administraciones de AD y COPEI. Trabajando en el Departamento de Prensa de Radio Aragua, frecuencia 1010 en Amplitud Modulada, era productor asociado a la estación, vale decir que no era empleado, en los noticiarios escribía y leía una cuartilla de minuto y medio que bauticé "90 segundos en el caldero", utilizando como fondo de sonido un crepitar similar a cuando se fríe algo en una sartén.
Eran críticas muy comedidas al gobierno, que desagradaban al Jefe de la Oficina de Control de Radio en Maracay, (existía una en cada capital de estado). El funcionario le exigió al director radial sacar del aire ese "comunista". El radiodifusor, por teléfono me dijo "Sánchez Ibarra, se te quemó el caldero", y el editorial no se hizo más. Arbitrariedades de quienes quieren salvar a Venezuela de esta "dictadura", pero acuden a elecciones, porque no hay censura de prensa, ni la vagabundería blanquiverde del robo de sufragios, ni la práctica de "acta mata votos", para trampear resultados
