La prensa contrarrevolucionaria venezolana e internacional, no hizo alharaca porque un puente peatonal inaugurado 5 días antes, cerca de la Universidad Internacional de Florida, colapsó el jueves 15 de Marzo 2018 dejando varias personas sin vida, en automóviles aplastados por el impacto. Lo confirmó el senador Bill Nelson, y la TV estadounidense presentó imágenes en vivo. Se hizo viral el mensaje de un venezolano asustadísimo, el hombre se salvó milagrosamente, el carro donde viajaba quedó destruido en su parte delantera, este compatriota, -según refería la noticia-, buscaba “mejorar su vida” en Miami.
Hubiese ocurrido esta desgracia en Venezuela, la oposición acude a la CIDH en la OEA, Derechos Humanos de la ONU, a Ginebra, a Nueva York, París, Madrid, Londres o Estrasburgo, para denunciar la ineficiencia de Maduro y el rrrrrégimen, y con ayuda de pitiyanquis criollos pedirían que nos invadan. La dirigencia de la oposición especializada en cazarle “goteras” a la revolución socialista, merece la definición que les da Roberto Hernández Montoya “No saben perder y tampoco saben ganar. Perdieron la Asamblea Nacional que ganaron de modo espectacular, porque la arruinaron con desastrosos proyectos de ley.
Entrenados perritos alfombreros que se babean ante EE UU, aplauden al actual gobierno colombiano que se da aires de salvador de una crisis migratoria de venezolanos… La realidad es que la mayoría son transeúntes diarios colombianos, que van y retornan a Venezuela contrabandeando. De esta forma nos desabastecen, pues se estima que entre 16 a 17 millones de colombianos en parte se alimentan con productos venezolanos, nos extraen también medicinas, y se apoyan en leyes celestinas aprobadas por los gobiernos de Álvaro Uribe y Juan Manuel Santos.