Triste práctica la de confusiones noticiosas. El otrora respetado diario El Nacional, bautizado por sus ataques a Chávez y Maduro "El Nazi-onal", utilizó un titular alarmante con obvia intención de hacer pensar a sus lectores el cambio de inquilino presidencial. Un hecho calamitoso fue enunciado así "Mujer asesinó a sus cinco hijos y los congeló". El subtítulo de la noticia fue "el esposo la denunció ante autoridades policiales". Terrorífica información del rotativo venido a menos en su credibilidad, sin aclarar dónde había ocurrido el múltiple crimen, dando complemento en el grueso de detalles líneas más abajo indicando que ocurrió en Francia, evidente intención de confundir a quienes leyeran únicamente titulares.
Un compatriota me relató que vio una alarmada dama quien al pasar frente al kiosko de prensa, al leer el titular exclamó nerviosa "Dios mío a lo que hemos llegado". Agregó mi camarada, "lo que le faltó a la señora que llevaba una niña en brazos fue decir que era culpa de Chávez y Maduro, porque seguramente esa madre que dispuso la vida de cinco hijos, no tenía para comprarles comida…". Obvio se repite, lo de cada campaña electoral en nuestra democracia bolivariana y antiimperialista, peligrosamente satanizada por el capitalismo corporativo nacional e internacional.
Factores que en nuestra nación acuden al terrorismo comunicacional, buscan derruir al socialismo Siglo XXI. Cualquier invento les parece desinformativamente "genial" y utilizan un estilo mal intencionado. De espaldas al sano periodismo honesto, afán desmedido por servir al engaño electorero, insuflado por un sector político enemigo del socialismo bolivariano, descubierto y con la credibilidad perdida. Un diario deportivo que en su televisora en Abril 2002 colocó en un ángulo de la pantalla, la imagen del golpeteo de una cacerola en tácito apoyo a quienes habían detenido a Hugo Chávez, informó sobre el resultado del clásico hípico "Presidente de la República" con un tituló amplio en la portada del 20 de Abril 2018 "Le Capannelle" proclamado presidente en La Rinconada". La locura desinformativa embrutece y descalifica a quienes la practican.