Un atrasado anticomunismo en Venezuela, es defendido por cierta prensa atada a intereses comerciales. Lo dramático es que lucen la intención en ruedas de prensa, con actitud sumisa hacia los dueños de los medios. En los encuentros con comunicadores sociales convocados por el Consejo Nacional Electoral, su Presidenta Tibisay Lucena, es blanco de preguntas con "carómetro delator" por inquisidores de la información, que la interrogan con escepticismo, ironía, desfachatez, abuso, prepotencia, gestualidad altiva y escogencia de temas con indagaciones cual opiniones, desechando la habitual manera de preguntarle a un declarante. Este "periodismo" debe ser objeto de estudio nacional e internacional, a fin de ejemplificar lo que no debe hacer la comunicación social.
Da estupefacción ver representantes de corporaciones informativas C A, que en Venezuela se prestan reiteradamente a falsos positivos a granel y disparan fake news, caricaturistas dibujan dignas damas comparándolas con bailarinas de can can o de espectáculos a go go lascivos. Las descalifican porque en el socialismo dirigen o han presidido, al Poder Judicial, Legislativo, Ministerio Público, Ministerio de la Defensa, el CNE y la Defensoría del Pueblo. Agredirlas comunicacionalmente, además de cobardía que no procura derecho a réplica, descalifica a esos medios, pero agiganta la libertad de expresión en nuestra nación, donde al Poder Ejecutivo, al gobierno, abiertamente lo tildan de "dictadura".
Vivir 19 años en revolución socialista bolivariana, es aleccionador, porque una sencilla pregunta desenmascara los "fablistanes", gente de prensa que perjudica al periodismo profesional, abandonando la sindéresis por la venta de conciencias al neocolonialismo a lo Trump, Temer, Macri, el de implorantes Jefes de Estado centroamericanos, o primeros magistrados indignos de estar al mando en naciones bolivarianas. La circunstancia sirve para un RIP a la desnaturalizada "democracia representativa", que da pie a posibles videos emulando el anticomunismo de humor soso, contenido en "El Súper Agente 86" el del recontra espionaje.
En Venezuela capitostes del "vasallaje politiquero organizado", conforman bandas delincuenciales de banqueros disociados mafiosos, politiqueros ensotanados, junto a industriales y empresarios privados, sindicaleros, y candidatos presidenciales pitiyanquis, que defienden la "democracia representativa", así nos amenacen con intervenciones extranjeras, nos bombardeen y esclavicen, actitud que no les impide pedir y obtener dólares preferenciales, aprobados por el castro-comunismo-chavismo…