Nada que nos impresione de la corta correa con la cual están atados los "poderes" en Venezuela, no sé si algo conserva la independencia. Pero siempre podemos asumir lo que nos corresponde como seres libres y así como el héroe suizo Guillermo Tell, rehusó arrodillarse ante el símbolo de la Casa de Habsburgo. https://www.biografiasyvidas.com/biografia/g/guillermo_tell.htm
Diosdado desea sumisión y los hombres y mujeres libres de Venezuela no desea arrodillarse ante quien se comporta como un soberano, como un republicano con corona y que estoy seguro que en 30 o 40 años cuando ya de este servidor quede el polvo cósmico, la crónica de Diosdado será solo un punto oscuro en la historia de Venezuela, los cuentos de un censor, de un encantador de serpientes.
Yo puedo o no compartir la line editorial o informativa de El Nacional o de cualquier medio de comunicación o información, pero lo que no puedo es negar es su derecho a existir. No imagino cuáles serán los textos que le agradan a Diosdado o a Leopoldo López, solo que ellos los jerarcas del poder no pueden imponer sus puntos de vista, o sea las repúblicas no son cuarteles donde se uniforma a los individuos, las repúblicas son tiempos y territorios donde se informa a los individuos y los individuos se informan y deciden. En un cuartel o en o en monasterio los jefes determinan desde el calzado hasta la dieta, en una sociedad libre lo determina el ciudadano o sea, parece que Diosdado desea súbditos y no ciudadanos que puedan construir su destino y decidir que leen y por cual sendero económico, filosófico, religioso, político o social, caminan.
El Nacional está en una batalla por el derecho a informar y Diosdado está en su batalla por uniformar la opinión pública. No le basta a Diosdado y a los jerarcas del poder o sea a la nueva elite u oligarquía "revolucionaria "con los medios del Estado que, con sus medios impresos, con los periodistas de su nómina o con los agentes que hacen el trabajo de demoledores de opiniones adversas al modelo madurista de gobernar. Lo quieren todo y cualquier nota discordante es mal vista y la consigna parece ser "aplastemos al adversario y convirtamos la disidencia en enemiga del país". Los enemigos del país son quienes del pulpito dirigen fracasadas políticas sociales, económicas y enturbian toda posibilidad para incorporar soluciones a la agenda del gobierno.
La multa, el pago de 1000 millones de bolívares que al momento de presentar la querella contra los medios parecía una fortuna hoy es algo más que nada, por ahí rondando los 250 dólares americanos, que quizás en la Venezuela de hoy es muchísimo para una enfermera y casi nada para un chico o no tan chico de uniforme y bayoneta calada. En estos días de dificultades el problema no es El Nacional, La patilla, Caraota Digital, El Chigüire Bipolar, Aporrea, La Guarura, Punto de Corte, Tal Cual, etc. La variable es simple: NO SE PUEDE UNIFORMAR LA OPINION PUBLICA.
El artículo 19 de la Declaración Universal de Los Derechos Humanos, dice: Artículo 19. Todo individuo tiene derecho a la libertad de opinión y de expresión; este derecho incluye el de no ser molestado a causa de sus opiniones, el de investigar y recibir informaciones y opiniones, y el de difundirlas, sin limitación de fronteras, por cualquier medio de expresión. Venezuela es signataria de esta.
La Venezuela del siglo XXI, no tiene nada que ver con la esperada a finales del siglo XX, la censura, el peculado, la uniformidad de los medios del Estado y que nunca fueron medios públicos, se convirtieron en la moneda corriente de nuestra vida y de nuestras realidades. Con todas las diferencias con los medios e inclusive aunque nos atacan tienen derecho a existir y solo una sociedad informada les dará espacio y oxígeno para vivir y hacerse creíbles.
Notas a pie de página: El Nacional debería abrir una cuenta en la cual l@s venezolanos podamos depositar para pagar la multa exigida, en una nación donde las gargantas que las gargantas que gritan "Resistir es Vencer" parecen ser cortadas, cualquiera que ejerza su derecho deberá ser defendido. En un país donde se habla de libertad de expresión, todo mutis, silencio, omisión se hace sospechoso.
"Showseros" la neología presidencial no tiene límites y hoy a la disidencia interna se le pretende calificar como apátrida, ya el término "apátrida" se va quedando sin mucho suelo donde pisar, se usa tan a menudo que es un adjetivo que solo puede ser tomado en cuenta por quienes lo emiten en cadena nacional. Franco, Hitler, Stalin y las juntas militares del cono sur despojaban de la nacionalidad a quienes realmente defendían sus naciones. Cosas en que pensar el patriota chileno Orlando Letelier, asesinado por el régimen militar de Pinochet, fue despojado de su nacionalidad. Letelier pedía sanciones económicas a un gobierno que asesinaba a obreros y estudiantes. Ojo generalmente los apátridas intentan endilgar a otros lo que ellos son, leamos: http://www.elmostrador.cl/noticias/pais/2016/09/26/decreto-que-quito-la-nacionalidad-chilena-a-orlando-letelier-fue-firmado-por-sergio-de-castro-y-jorge-cauas-heroes-de-los-chicago-boys/
Solidaridad con las enfermeras en su justa lucha por la dignidad/ Resistir es Vencer.
