Roberto Giusti lo venía suplicando desde hacía unos cuatro meses a los jefes de la internacional anticomunista radicada en Miami: “Por favor, ansío entrevistar a Alan, ayúdenme…”. Alan finalmente recibió el mensaje, prácticamente con carácter oficial desde una de esas oficinas tapaderas de la Gran Agencia, y se hicieron, pues, las debidas diligencias para que Roberto pudiera acceder hasta el gran jefe peruano. ¡Qué alegría, Señor, poder tener cerca al hombre más parecido a CAP que haya parido el planeta! Un hombre del APRA, del partido adeco del Perú, un hombre que con las fuerzas de la oligarquía peruana pudo repetir en el poder como lo consiguió CAP. Un hombre que fue acusado de ladrón, de vil lacayo y se las vio bien fea por un largo período de su vida después de terminar su primer mandato, como CAP. Un hombre de voz de trueno, alto, vigoroso y severo en sus sentencias como CAP. Y Roberto, que no podía creérselo cuando lo vio acercarse “en una sala de reuniones del magnífico Palacio de Gobierno…, jovial y conversador, cuya inmensa fachada, ante la explanada de la Plaza de Armas, testimonia el pasado virreinal peruano y su interior, en el salón dorado, inspirado en el palacio de Versalles, las veleidades francófilas de otros tiempos”. Le dio la mano, se quedó abismado, en medio de un delicioso vértigo contemplando la majestuosa montaña de genialidad política, arrebatadora y fulminante, tan parecida a su viejo jefe, hoy postrado y al filo de la Pelona en un lugar de Miami. Roberto estaba muy angustiado porque le habían dicho que Lula podría servir “de mediador para recomponer el crítico estado de las relaciones entre Venezuela y Perú”, y fue lo que de entrada le preguntó en la idílica conversación en la que definitivamente volvía a confirmar “que Alan siendo el único líder latinoamericano capaz de decirle lo que piensa a Hugo Chávez”, porque le respondió: “Nada de eso, Roberto, es cierto. No te preocupes… Aquí estamos dispuesto a dar la pelea con las mejores armas del pensamiento libre, liberador y libérrimo que te puedas imaginar”.
Roberto suspiró “Menos mal”.
Tembloroso, acucioso, enhiesto como si estuviese empalado, comenzó su autoconfesión, porque todas sus entrevistas son autoentrevistas (lo que, como se recuerda, hizo arrechar al Presidente de la OEA, Insulza). Y así lazó su primer dardo: “SI, COMO USTED DENUNCIÓ, CHÁVEZ INTERVINO EN EL PROCESO ELECTORAL PERUANO, APOYANDO A SU OPONENTE, ¿NO TENDRÍA USTED DERECHO DE INTERFERIR EN LA CAMPAÑA ELECTORAL VENEZOLANA?
No importa lo que haya respondido ALAN-CAP, quien de inmediato se hizo la víctima de un crimen que “no le da a uno el derecho de cometer otro…”.
Roberto expresó: lástima que a CAP lo cogieran estos hechos de Venezuela ya viejo, porque sino nuestra realidad sería otra; en medio de la emoción pasó a otra pregunta: SI CHÁVEZ ESTÁ MANEJANDO UN PROCESO DIRIGIDO HACIA EL TOTALITARISMO, COMO USTED LO HA SUGERIDO, ¿NO DEBEN TOMAR POSICIÓN LOS LÍDERES LATINOAMERICANOS ANTE UN PROBLEMA QUE DEJARÁ DE SER NACIONAL PARA CONVERTIRSE EN FACTOR DE PERTURBACIÓN CONTINENTAL?
Veamos la barbaridad que contestó este otro Manuel Burrales de América Latina: “-En este tiempo, cuando los derechos humanos y políticos no tienen frontera, nadie puede adueñarse de un territorio para decir lo que quiera, con independencia del sentido de humanidad. Sí nos concierne y por eso señalaría los errores que se están cometiendo en Venezuela y que nos han hecho víctimas a nosotros. Quizás en esta elección los venezolanos sabrán discernir. Hace unos días, ante el Congreso del Brasil, expuse lo que considero el primer dramático error: cuando uno levanta una bandera, acertada o desacertada, no puede insultar a quienes no creen en ella”.
Roberto, sudaba, se tragaba cada sílaba con la garganta seca, en medio de un jadeo vertiginoso y agregaba a cada frase: “ínclito, ínclito…”. Pero no le parecía suficiente y deseaba ser más contundentemente arrollador, y ya sin parachoques y totalmente fuera de sí, enloquecida, le espetó: -ESTÁ USTED AFIRMANDO QUE CHÁVEZ ES UN MANDÓN, UN ABUSIVO Y UN FACTOR DIVISIONISTA.
Y así sin parar, continuaron sus andanadas de mariquerismos:
-SEGÚN ESO, CHÁVEZ TAMPOCO ES UN DEMÓCRATA.
-¿CUÁL, CREE USTED, ES EL OBJETIVO DE CHÁVEZ CON ESA ACTITUD?
-¿A CUÁLES PAÍSES SE REFIERE?
-PERO PARECE QUE LO ESTÁ LOGRANDO.
-¿POR QUÉ, PORQUE SE ADELANTÓ EN EL FUTURO O PORQUE REGRESÓ AL PASADO?
-ESA HA SIDO LA HISTORIA DE VENEZUELA EN EL SIGLO XX.
-TOTALITARISMO CON EMPRESARIOS, EN TODO CASO, NO ES TOTALITARISMO SOCIALISTA.
-PERO LA URRS PUDO IMPONER ESE MODELO Y MANTENERLO POR MÁS DE SIETE DÉCADAS.
-TENGO MIEDO, MUCHÍSIMO MIEDO PORQUE SIN EMBARGO EL MODELO CHAVISTA SE ESTÁ IMPONIENDO A ESCALA CONTINENTAL.
- Pero aquí siempre tendrás un refugio seguro, hermano, porque aquí en el Perú no.
-PERO EN OTROS PAÍSES SÍ Y LA INTENCIÓN ES CREAR UN BLOQUE. ¿POR QUÉ LOS PRESIDENTES LATINOAMERICANOS QUE NO COMULGAN CON ESA TESIS LA ACEPTAN EN SILENCIO?
Y entonces el Manuel Burrales de allá, le contestó para finalizar: En nuestro mundo uno puede navegar ignorando las cosas. Esa es la actitud de algunos. Otros pueden tener una esperanza: "saquémosle algo". Esa no es mi actitud. Mi actitud es de principios. La economía peruana es muchísimo más grande que una limosna para comprar conciencias. Y no soy un converso al capitalismo, sino un hombre de izquierda socialista. Sólo que el momento histórico nos impone cabalgar sobre la ola y correr más rápido que ella sobre los abusos y la intolerancia monopólica.
Y colorín colorado esta otra jaladera ha terminado.