El 11 de octubre a las 9 y 30 de la mañana Venevisión pasaba una comiquita
para "niños" donde aparecían unos "indios salvajes y violentos", -así decía
el mensaje oral acompañado de esas imágenes grotescas y un fondo musical de
terror y seducción- caballo en pelo, corriendo detrás de los "blancos" hasta
arrancarles en vivo de un manotazo el cuero cabelludo. ¿Qué tipo de estatuas
de la memoria colectiva de nuestros niños con esa "comiquita" derribaba un
día antes del 12 de octubre Venevisión? Millones de personas han visto esta
y muchas otras comiquitas -iguales o peores- sin levantarse ninguna voz de
protesta. Nadie vio el derribamiento de los símbolos indios de la memoria
colectiva de niños y adultos. Pero "todos" vieron el derribamiento de la
estatua de Colón en la plaza del Golfo Triste. ¿Acaso no es una obra de arte
en vivo el imaginario colectivo de nuestros niños y jóvenes? ¿Cuál de los
dos derribamientos es más violento, el de la estatua de Colón o la de la
memoria colectiva viva de nuestros niños y jóvenes? Y si necesitamos esas
estatuas de los conquistadores y colonizadores para nunca olvidar sus males
¿no necesitamos más conservar y defender nuestra memoria colectiva ancestral
dentro de la diversidad cultural de hoy? Derriban una, dos, tres, mil
lenguas indígenas y nadie lo ve. ¿Qué es más importante, una lengua viva o
una estatua? Esto ocurre todos los días y nadie lo ve. Priorizar la
enseñanza de las lenguas vivas, decía Bolívar.
Los proyectos de desarrollo derriban todos los días bosques, ríos y
montañas, mares, lagos y océanos y nadie lo ve. Las reservas de carne de la
humanidad están en los ríos, mares, lagos y océanos, pero nadie lo ve. La
oligarquía en cambio si ve la Ley de pesca y la de tierras. La tercera
guerra mundial no sería ya tanto por petróleo sino por agua. Pero nuestro
país, víctima de la petroadicción, desarrollismo, ecocidio y de racismo,
nada de esto ve. Mientras que los pueblos de todos los Estados de Venezuela
están pidiendo agua potable para el consumo y agua para la agricultura a sus
candidatos a Gobernadores y Alcaldes. Pero ¿tenemos una estrategia dentro
del Plan de Desarrollo Económico y Social 2001-2007 para preservar la cuenca
de los ríos, acuíferos, la gravedad de la ausencia de acuíferos como el caso
de Guayana y Amazonas y así, la conservación de otras fuentes primarias de
agua? Si existe, nadie las ve. Pero si no existe, hay que plantearlo ya,
como parte de la revolución en la revolución. Porque sin equilibrio
ambiental, sin equilibrio cultural e intercultural, no hay revolución
política, económica y social. O reproduciremos una dominación peor: un
eco-etno-genocidio en nombre del progreso y desarrollo .. El Presidente
Chávez clama por una oposición democrática. Nosotros, complementando al
Comandante, clamamos por una verdadera oposición ambientalista,
intra-cultural, intercultural y democrática..Tan urgente y necesaria a la
revolución bolivariana. Con una visión integral del proceso que no se preste
al juego de la contrarrevolución y al oportunismo de los arribistas. Y con
claras alternativas frente al agotado y agotador modelo
petrolero-carbonífero que tiene en agonía al Lago de Maracaibo o el
petrolero -gasífero que ha puesto en peligro el Delta del Orinoco con todos
sus pueblos y culturas, comenzando por el pueblo y la cultura warao.
Cualquier signo desarrollista dentro del proceso, es enemigo de todo
desarrollo endógeno, sostenible y específico. Porque el desarrollo endógeno,
no es único e indiferenciado: también es diverso y específico en sus
diversidades. Y más aún, el inter.-desarrollo. Vale decir, de la equidad en
el intercambio entre los Estados y entre los pueblos y culturas en el
proceso de integración de América Latina y el Caribe.
El "odio" de un campesino francés a los Mac Donald es tan parecido al "odio"
a Colón de nuestros jóvenes.
Y así, millones de personas se enteraron de la "agresión" y "violencia"
desmedida de un campesino francés, José Bovés, que -por lo visto- nada tiene
de bovés. Viendo en peligro la seguridad alimentaria de su pueblo ante la
llegada seductora de un Mac Donald, se dejó de pendejadas, agarró su tractor
y se lo pasó por encima a ese paraíso de la comida chatarra norteamericana,
que mata silenciosamente a millones y millones de personas en el mundo. Y
José Bovés ahora está preso. Todo el mundo vio el Mac Donald que derribó
Bovés con su tractor. Pero nadie vio los millones y millones de personas que
enfermaron y mataron todos días los Mac Donald y demás emporios financieros
de la comida chatarra de la globalización. Y ampliando: que enferman y matan
a diario, sin responder ni por los servicios médicos, ni por los gastos
mortuorios. Y por eso, José Bovés seguirá preso. Será enjuiciado como un
"bárbaro", vale decir como un indio rebelde o como un José Tomás Boves a lo
francés. Por que como el caballo de Atila destruye todo a su paso. Mientras
el caballo de Wáshington, construye todo a su paso. Y presos y enjuiciados
por nuestros tribunales serán, los jóvenes que "destruyeron 100 años de
historia del arte", al colgar en un árbol milenario la estatua del
Almirante, sorprendido y prendido cuando meditaba en la Plaza del Golfo
Triste. Y sin hacerle mal a nadie. En cambio el genocidio de 100 millones de
indios y 100 millones de africanos en los primeros tres siglos de la colonia
y que continua en los siglos posteriores de vida republicana, todavía no
concluido, eso nadie lo ve. Los primeros esclavos indios los lleva Colón.
Pero los nuevos Colón, los Bush, los Aznar, los Blair, los Pinochet, los
Sánchez de Losada, nietos -tal vez éstos últimos- de Don Diego, los dueños
del poder mediático transnacional y sus similares, esos nunca han matado ¡ni
una mosca! Entonces seguirán erigiendo estatuas a los viejos y nuevos
conquistadores y seguirán derribando las estatuas de nuestros próceres de la
resistencia. Pero eso, nadie lo ve.
Por algo, todos ellos, muy tranquilos viajarán este fin de año a pasar la
navidad y año nuevo en Irak. En un nuevo "Encuentro de dos mundos". Con la
misma tranquilidad y cinismo con que Carlos Fedecámaras Fernández viajó a
Curazao, en pleno boicot petrolero del 2002, cuando Bush- Herodes en
Venezuela le había prohibido la navidad a los niños. Por eso, los que
derribaron la economía nacional con más de 10.000 millones de dólares en
pérdidas; los que derriban diariamente la memoria colectiva de nuestros
niños y jóvenes y de toda la estatuaria plasmada en nuestra vida cotidiana
¡serán para siempre absueltos por la justicia divina y la terrena! Por los
siglos de los siglos, amén.
Me contaba el estimado amigo Roberto Urbano Taylor, que aquí vino, en plena
democracia puntofijista un connotado intelectual europeo, que nos convocó
públicamente a bajar todas las estatuas de nuestros Libertadores y
arrojarlas al mar como condición indispensable para desarrollar una visión
de progreso en Venezuela y América Latina. ¿Se estremeció por eso la prensa
y televisión privada de Caracas frente aquel llamado al estatuicidio de
nuestros libertadores planteada por un agente extranjero? ¿Lo pusieron preso
o lo expulsaron del país por su grosera intervención colonialista? Sería
interesante hacerle ese examen hemerográfico y audiovisual a la prensa y TV
privada de Caracas.¿Le duele tanto a la élite dirigente nuestros
Libertadores como les duele el famoso personaje del Golfo Triste? Esto para
no hablar también de un proyecto fallido presentado por el hispanocentrismo
durante el puntofijismo, para desplazar La Plaza Bolívar por una especie de
réplica colonial y colonialista de "La Plaza Mayor" de Caracas. Hagámosle a
los medios y sectores dirigentes el mismo examen.