A una semana del 27 de Junio "Día del periodista" en Venezuela, sentí grima por no decir pena ajena, por quienes tienen que defender el periodismo de oposición nacional e internacional contra la revolución venezolana, temerosos a que los retiren de empresas privadas, o los consideren "tóxicos chavistas enchufados", y los incluyan en listas de comunicadores sociales afectos a las que catalogan de "dictaduras" de Maduro y Chávez.
El periodista colombiano Gustavo Castillo, corresponsal de "El Tiempo" de Bogotá, diario que descalifica a Nicolás Maduro y antes hizo igual con Hugo Chávez, escribió en un twit "Hoy conocí el verdadero talante de la oposición venezolana. Convocaron a rueda de prensa para mostrar el inventario de ayudas humanitarias para Venezuela, sin voceros, y con una acreditación a la prensa poco transparente, que ni siquiera fue difundida de manera previa".
"Hicieron una lista y como era de esperarse la mayoría de periodistas colombianos, no aparecíamos. Esto generó molestia y retrasó del acceso al lugar. Una vez dentro nos aclararon que solo se permitía registro fotográfico y de videos durante 20 minutos", Castillo criticó que los voceros de la oposición venezolana "redujeron el balance a dos hojas tamaño carta, con desglose de donantes, nombres de fundaciones beneficiarias y cifras".
Agregó el comunicador de la vecina Colombia, "sin explicaciones y sin evidencias de las entregas, todos quedamos con dudas, ¿por qué desde el 10 de junio se empezaron a repartir donaciones sin notificarlo?, ¿cómo se hizo la selección de las fundaciones beneficiadas?, ¿quién supervisa las entregas? ¿hay garantías de que esos alimentos no terminen en algún fortín político?"
Un periodista de la derecha, lo digo para que no piensen son inventos míos, el venezolano Oscar Yánez, evocado además de sus trabajos en el periodismo nacional, por una frase infaltable en su programa de TV y radio "Así son las cosas", Yánez culminaba sus espacios afirmando "chúpate esa mandarina".
