La primera aclaratoria que debo hacer antes de dar mi opinión sobre el tan espinoso tema de la no renovación a la concesión a RCTV es la siguiente: ninguna otra posición editorial, de medio de comunicación alguno, ha sido tan descaradamente reaccionaria, irrespetuosa, desequilibrada, vilipendiosa, manipuladora, tergiversadora, mentirosa, arrogante, antidemocrática y antiperiodística. Huelga decir pues, que la decisión de no renovar la concesión a RCTV tiene sobradas y “distinguidas” justificaciones. Sobran las razones para no renovarla… Le sobra derecho al Estado venezolano.
Lo mismo puedo decir de Marcel Granier. Decidió jugar duro, contra el Presidente Chávez, contra la democracia. Y para decirlo con palabras de un pana, “Granier jugó duro y perdió”. Pero perdió como fuera de época. Con la decisión de la no renovación de la concesión, me pasa como con aquella berraquera que exteriorizó el colega Barreto un buen día del año 2006, frente a dos conocidos alcaldes de oposición. Es una sensación de reclamo tardío, de sentencia contra delito prescrito, que no se puede explicar con soltura.
Y es que el ser humano olvida. Y si es de oposición más rápido. Insisto, Granier perdió y perdió con justicia. Y al reconocerlo, recuerdo aquel chiste del borrachito que despotricaba de la barbarie española cuando llegaron a estas tierras. Y un compadre le dice, “pero compadre, eso fue hace más de 500 años”. A lo que el borracho responde: “pero es que yo me enteré esta mañana”. ¿La OEA tiene en sus archivos el prontuario del Canal 2? No es concha de ajo explicar la no renovación de una concesión a un canal con 53 años en el aire.
Y mucho más cuesta explicarlo cuando el Presidente Chávez fue reelegido por encima del anti periodismo del Canal 2, de los insultos de Granier, de las políticas editoriales de la mayoría de los diarios venezolanos y de la ausencia de ética de muchos periodistas venezolanos. Es decir, podía dejar que el Canal 2 muriera de mengua. Que Granier quedara solito, como un loquito, repitiendo sin cesar, “el teniente coronel”… Otra vez pierde la política comunicacional gubernamental. Otra vez cuesta explicar. Otra vez. Prefiero otra muerte, el desprecio de sus televidentes.