Granielito grazna. Granielito suda, maldice, puja y aprieta los labios desesperadamente. Busca la cámara para meterse en las circunvalaciones del cerebro de todo el que lo vea y lo oiga. Se le resbalan, se le arremolinan y se conturban los adjetivos, llama al MINCI, Ministerio del Cinismo; clama a los cielos contra el terrorismo de la dictadura bolivariana. “!Ay Dios mío!, si yo pudiera meter para siempre en este estudio a la Conferencia Episcopal Venezolana; si yo pudiera hacer desfilar por aquí a toda la procesión de la Divina Pastora…”
Granielito todavía sigue convencido de que RCTV jamás será cerrada, que resistirá al “Ogro comunista”, ¿Es que acaso ha existido en el hemisferio alguien que haya podido contra la SIP, contra Human Right Watch (Vivanco amenaza con las terribles consecuencias que le sobrevendrán a nuestro país si cierran RCTV), contra la AIR, contra Reporteros Sin Fronteras, contra la OEA, contra lo que decide, siente y anima al gran imperio de la Libertad, de la Justicia y del Derecho Internacional?
Que va, si el gobierno creía que Granielito y toda su gran gente de RCTV se iba a amilanar, y se iba a quedar con el rabo entre las piernas... Se equivocaban de plano quienes imaginaban que Granielito se iba a retirar dejando al canal en el estelero sin una frontal y decidida gritadera en defensa de la libertad de expresión. Tierra y cielo se está moviendo en el mundo en defensa de ese “gran canal”, y lo que se avecina es peor para el gobierno. Porque colocar a RCTV contra las cuerdas, porque apagarlo, es anunciar la gran apertura de una cadena de cierres y apagones no sólo de canales sino de periódicos, también en Bolivia, Ecuador y Nicaragua, todos ellos íntimamente conectados con los de Colombia, México, Perú, Chile, Brasil, Argentina y casi toda Centroamérica. Lo que toque a RCTV tiene que amenazar globalmente al resto de los medios que imponen gobiernos y políticas coloniales en el continente, y eso es lo que verdaderamente está en juego. Porque la Revolución ahora también tiene que ser global, porque la revolución bolivariana es continentalmente antineoliberal y socialista.
Por eso se sacan de ultratumba a los muertos de siempre para que salgan como en el video Thriller de Michael Jackson, “en defensa de la libertad de expresión”. Petkoff, Américo Martín, Gloria Cuenca. Martín, ex líder del MIR, ex líder de AD, gordo como una morsa, abúlico, fatigado, balbucea que la democracia venezolana es hitleriana; ya no sirve ganar por mayoría, hay que eliminar este tipo de democracia que tampoco funciona en Bolivia, Ecuador ni Nicaragua.
Esa misma anciana Gloria Cuenca[1], ex marxista, ex comunista, la que antes puntualizaba: “Los que no es posible aceptar a estas alturas es que el periodista/comunicador social venezolano de fines del siglo XX no sepa a dónde lo lleva el uso irracional, inconsciente e insano de los medios de difusión y él, que es o debe ser un profesional al servicio de la verdad, un lider social de gran significación, se transforma en un profesional banal e intrascendente de la información, en un mercader de la noticia, en donde su trabajo es descalificado o subvalorado. La información manipulada, distorsionada o falseada, por descontextualización o fragmentación, por efectos del palengre, la publicidad redaccional, los publi reportajes o la publicidad indirecta”.
La lucha bolivariana, pues, no podría sobrevivir sino hace global, y ya es global.
[1] Gloria Cuenca, El periodismo y la ética profesional, Cuadernos de la Escuela de Comunicación Social de la UCV, No 30, noviembre 1991.