Tienes razón pero poca, Alfonso, y la que tienes no te sirve para nada. Trata de entender: al grupo financiero de Marcel Granier no se le renueva la concesión para operar RCTV por razones de salud pública, sanitarias, epidemiológicas.
Porque en sus manos RCTV es un canal racista, intolerante, prejuicioso, excluyente, discriminatorio, difamatorio, bajo, basto, segregacionista, ramplón, inelegante, mediocre y vulgar. Peor aún, en ese cadáver insepulto del periodismo puntofijista pulula una fauna cadavérica compuesta de bichos y bichas repugnantes, como la obscena Berenice, el rastacuero Miguelito y la incalificable Pérez Osuna, cuya repetida contemplación conspira contra la salud mental de los niños y niñas venezolanos.
Alfonso ¿quieres más? En el espacio radioeléctrico que dejará libre al irse esa gran cantidad de importancia nula llamada Granier, saldrá al aire otro canal donde trabajarán los actuales empleados y obreros de RCTV, los peor pagados en la historia de la televisión mundial. Y ese nuevo canal será abiertamente bolivariano, la única manera de ser venezolano, aún no siendo chavista.
Los bolivarianos vergonzantes
No tengo ninguna intención de defender a William Lara (como ministro, como político o como “simple ciudadano”), ni de encubrir la vergonzosa política patronal de (los) García Ponce. Los otros periodistas que tú nombras (Romero Anselmo, Villegas, Pacheco, Santos Amaral, Earle Herrera o Rafaela Cusati) no necesiten ser defendidos. En cuanto a Mario Silva, que no es periodista sino “licenciado marginal”, sólo merece aplausos y elogios por su excelente programa educativo en el terreno de la comunicación, el mejor de Venezuela, y demostración viviente del principio: “nunca se es demasiado patán con los patanes”.
Es cierto que hay bolivarianos vergonzantes, a quienes les desagradan expresiones como “antiimperialismo”, “socialismo”, “comunismo”, “frente campesino” o “inteligencia social”, y para quienes la revolución es apenas “un mal necesario”. Son los que viven de eufemismos, como si quisieran ser perdonados e invitados a casa de los ricos, porque sueñan con ser la nueva clase media en positivo. También a ellos pronto se les vencerá y no se les renovará la concesión.
Simetría ética y guerra asimétrica
Dices que aquí el primer principio ético es la simetría, pero te escandalizas por la “clausura” (sic) de RCTV y llamas “canallada” presenciarla en silencio, “por muchos errores que haya cometido”. Olvidas un detallito como la dictadura de Carmona (asesinatos de pueblo y cierre de VTV inclusive) en buena parte obra de Granier y su RCTV. Cuando dices que Barreto le hizo a Leopoldo López “una inmundicia”, olvidas lo que López le hizo a un ministro y lo que sus policías hicieron en El Silencio y la Plaza Altamira.
Mal anda quien tiene que mentir para justificar lo injustificable. Míralo de esta manera: Granier se hundió con el crepúsculo y a ti el Alba te dejó atrás. Ahora, por respeto a la tradición de los Moleiro, lo más digno que te queda es hacerte olvidar.