Quiero utilizar una frase del fallecido intelectual italiano Umberto Eco, para comentar lo que observamos hoy con el uso del lenguaje en las denominadas Redes Sociales: “Las Redes Sociales le dan el derecho de hablar a legiones de idiotas que primero hablaban solo en el bar después de un vaso de vino sin dañar a la comunidad”.
A primera vista pareciera una expresión muy dura, pero si Ud. Mira con Lupa como se está utilizando las herramientas tecnológicas, que permiten el uso y abuso de las Redes Sociales, al final puede coincidir con el susodicho escritor.
La tecnología comunicacional indudablemente ha dado vocería a millones de personas, que ante ni siquiera le les ocurría expresarse, pero al mismo tiempo, le ha permitido a otros tantos, utilizarla o mal utilizarla, sobre todo para difundir un lenguaje pobre y enrevesado, una ortografía que da lástima y el uso indiscriminado de abreviaturas y síntesis de léxico, que confunden, se difunden masivamente y empobrecen el idioma.
Es frecuente en los mensajes ver síntesis apretadas que no se entienden y te obliga a responder, preguntando, ¿Qué quieres decirme?
Ke ases?; akí estoy nos vmos; olaaa k massss; k. ser m. novia. Xq no bienes tu; Tq Mucho. Dm la QK. Expresiones como estas y muchas otras son comunes en los SMS, Memes a través d los dispositivos electrónicos y aplicaciones de uso común. Resulta un verdadero atropello al idioma, que se les atribuye a los jóvenes, pero no es así, porque muchos adultos lo usan, replican y los crean.
Si se indagara, se conversara, con los que tiene utilizan esta suerte de pasticho lingüístico, Ud. Seguramente escuchará las excusas: es que no tengo tiempo, la velocidad de la vida social me obliga a esto, ¿Pero tú me entiendes verdad? Siempre existirá una excusa para justificar los desaguisados idiomáticos.
Pero estas formas de comunicación o de incomunicación para los desprevenidos, se pone de moda, se extiende y con ella se potencia el uso de un lenguaje que algunos pretenden incluso señalar como un nuevo tipo de comunicación, como un lenguaje digital, pero esas buenas intenciones ocultan un mezcla de ignorancia, mala ortografía y descontextualizaciones que pueden producir mucho daño cuando se asimilan y luego se llevan por ejemplo, al lenguaje formal.
Los que utilizan estas formas de comunicación, a veces se amparan el anonimato, que de alguna manera aporta los dispositivos electrónicos y como no tienen quien haga las correcciones oportunas y a lo mejor ni les interesa, van cultivando, difundiendo y promoviendo errores de todo tipo, que a la larga pisotean el idioma. Sin pretender que somos puristas. Uds. Se imaginan por ejemplo a un Aquiles Nazoa, declamando: “HAMOL KUANDO LLO MHUERA, NTE BISTAS DE BIUDHA NI YOREZ ZAKUDIENDOTE KOMO KIEN HEZTORNUDA”. “HAMOL KUANDO LLO MHUERA KIERO SHER HUN MUERTHO KOMO LHOS DE NERUDHA”.
Cierto que las Redes en cierto modo te obligan a la síntesis, abreviar para insertar textos cortos, pero hay formas, reglas de abreviatura, existen también normas gramaticales, signos de puntuación, maneras de construir frase y oraciones, que deben respetarse, de otra forma se empobrecería el idioma. Es significativo, que millones de personas que antes no se expresaban lo hagan, que los que tenían miedo escénico ahora, participen y se expresen, pero es también bienvenido el que lo hagan con estilo y ciñéndose a las normas idiomáticas.
La Redes sociales permiten y fomenta la comunicación a todos los niveles, podemos decir, incluso, que la información como tal ha salido del encriptamiento tradicional de los especializados, esa universalización es precisamente riesgosa, cuando se usa el idioma en forma incorrecta y los errores por el mismo poder de las Redes se maximizan y se expanden.
Como disfrutaría nuestro poeta amigo, Anibal Nazoa, fino humorista, quien tenía columnas, en diferentes medios, muy leídas cazando los gazapos de las Redes, para comentarlas y criticarlas.
En “Confieso que vivido”, Pablo Neruda, un poeta de nuestro continente proyectado por su estilo impecable al mundo dice: “Qué buen idioma el mío, qué buena lengua heredamos de los conquistadores torvos… . Bueno, entonces no lo echemos a perder, cuidémosle y con el buen uso, con el tiempo también se enriquecerá.