Tuve oportunidad, hace unas semanas, de disfrutar leyendo un "encuentro" online entre Marcel Granier y los desafortunados lectores de El Mundo, en el que el fracasado businessman defendía la "causa RCTV". Dicho encuentro fue parte de su "Lobo con Piel de Cordero European Tour", en el que se presentó como víctima de un rrrrégimen brutal y dictatorial ante quienes quisieron escucharle en el Viejo Continente. Afortunadamente no fueron muchos.
Sí, RCTV es una víctima. Una víctima del manejo irresponsable de sus dueños, directivos y accionistas, y de todo aquel que tome decisiones importantes allí, Marcel Granier a la cabeza. Lo curioso es que ellos intentan echarse sobre sus espaldas a tooooda la oposición venezolana, como si fueran sus portavoces. RCTV no es portavoz de la oposición: es portavoz de la disociación (con permiso de Globovisión).
Por eso, en mi opinión, la no renovación es beneficiosa para la oposición, puesto que será un elemento menos en la inyección catódica de disociación, y buena parte de la oposición -que como siempre digo tiene argumentos y motivos para criticar- respirará tranquila cuando el veneno cuidadosamente administrado por RCTV sea sólo un mal recuerdo... Entonces podremos -quienes apoyamos este proceso y quienes no- discutir sobre temas más adultos que los tratados por los viperinos comunicadores (sic) de ese canal en fase terminal.
Marcel y sus encuestas mágicas -herederas de las desencuestas que otorgaban una victoria a Rosales- dicen que el 70% de los venezolanos se oponen a la decisión presidencial. Yo dudo de esa encuesta, aunque admito que el porcentaje es correcto; lo que no me creo es que ese porcentaje sea sobre "los venezolanos". Probablemente sí, un 70% se oponga a la no renovación: pero no un 70% de los venezolanos, sino un 70% de la familia de Granier.
Tanto en RCTV como en Globovisión gustan de sustentar sus datos con afirmaciones del tipo "tengo un amigo chavista que me ha dicho que nos apoya en esto", para dar supuesto valor a sus dizque "estudios de opinión". Es lo que están haciendo ahora con el asunto de la no renovación, todos tiene su pana chavista que los apoya en silencio. Lo mismo decían en las elecciones, cada opositor que se preciara (recuerdo con especial cariño al amigo chavista imaginario de Carla Angola) tenía su amigo bolivariano que le decía en secreto que iba a votar por Rosales, lo que contradecía según ellos las encuestas que favorecían a Chávez.
Lo curioso en este caso es que ocurre exactamente el efecto inverso al que ellos se aferran. Hay algo que prefieren no ver ni Granier ni su coro de plañideras: buena parte de la oposición reniega de ese canal, no mueven ni un dedo para defenderlo, se avegüenzan de que ese poco de disociados se autoproclame portavoz opositor, y sus argumentos para defender a RCTV se suelen apoyar no en la supuesta calidad de ese canal, sino en críticas o comparaciones con VTV. Una ínfima minoría dentro de la propia oposición defiende con pasión ese canal, pocos dicen que la Entrevista sea un programa brillante, o que la gestión Granierita sea encomiable. Los pocos que lo hacen suelen sustentarse en comentarios tan elaborados y sutiles como los que se pueden leer junto a este magnífico video de disofinados, donde se observa la alta alcurnia (o calaña) de los más acérrimos defensores de este próximo ex-canal.
Muchos opositores se han dado cuenta de que "su" canal no es "su" canal; al contrario, es un canal extremadamente nocivo para sus propios intereses. Cuanto más esfuerzo ha hecho RCTV para hundir la Revolución, más la ha afianzado. Los que no quieren que este proceso continúe se van dando cuenta -por fin- de que seguir las estrategias disociadas de RCTV para salir de Chávez es tan absurdo como querer hundir un barco con una piedra, nadando hasta él con la piedra atada al cuello.
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