Nunca estamos a la altura de nuestros límites, siempre es posible mejorar lo bueno que hemos hecho y siempre está latente la tentación de caer más debajo de donde estamos pero, el pueblo venezolano sabe sortear admirablemente ese dilema y siempre se empina, siempre se apoya en sí mismo y avanza hacia lo mejor.

¡Fijaos!, nuestro pueblo- y en particular el que vive en los cerros de Caracas- sabe descifrar la noticia con impecable maestría, a punta de percepciones prácticas y usando un metalenguaje naturalísimo, aunque tal noticia provenga de los más refinados laboratorios de “embusteramiento” de la televisión privada.

RCTV ha sido para nuestro país, una pesadilla saturada de realidades maquilladas, las cuales ya no resisten la reacción del pueblo y de su gobierno legítimo, unidos contra la miseria informativa propalada por el grupito de farsantes de escasa inteligencia y a la cabeza del cual está Marcel Granier, pretendiendo seguir usurpando nuestros derechos constitucionales de contar con una información no manipulada por monopolio alguno.

El contexto de esta confrontación entre una exigencia de verdades por parte del pueblo y la propagación de emBUSHtes por parte de Marcel, es extremadamente dura porque a la sombra de esta confrontación se mueven los grandes intereses del imperialismo norteamericano.

Se terminó la concesión de explotar nuestro espacio radio-eléctrico pero ellos alegan que se trata de un cierre. Si ese contrato terminó es que ya no existe, no está abierto, luego, no se puede cerrar lo que no está abierto, así de sencillo y ese es el más inocente de los embustes que ese grupo ha dicho en más de medio siglo de explotación.

Falacias persuasivas para los todavía incautos pero no para un pueblo conciente.

Sólo mediante un acto conciente se puede llegar a la verdad de fondo, como lo hizo Venezuela el 13 de abril de 2002 durante el golpe de Estado que dio RCTV.

El modus operando de RCTV consistió siempre en golpear las expectativas positivas del pueblo, respecto a su legítimo gobierno; o estimular las expectativas populares cuando éstas, en un momento dado, se tornaron negativas como producto de la incesante manipulación. No obstante, este pueblo sabe lo que viene, antes de que llegue, por lo que pudo despertar, estimulado por el liderazgo del Presidente Hugo Chávez, eso hay que decirlo.

El periodista que- cual peluquero-maquilla la noticia, es un degenerado. La política genera noticias que el periodista puede y debe recoger y, el editor, publicar sin manipulación para que llegue al pueblo limpiamente, lo cual sustentaría al Estado. Se trata de una compleja interrelación social y política en la que la percepción juega un papel vital, pero la manipulación informativa lo que hace es descolocar al pueblo y, claro, esos carajos de la hostia saben que el pueblo reacciona ante un fenómeno político, en función de la cantidad y de la calidad informativa que posea.

La prensa no debe ser simplemente la prensa sino un factor esclarecedor, en lugar de oscurecedor, ahora bien, a partir de la nueva televisión social, se hace imprescindible reivindicar la verdad para garantizar nuestros derechos constitucionales.

Por otra parte, es una sinvergüenzura absurda el que algunos magistrados del Tribunal de Justicia, cuales proxenetas, dijesen entonces que los criminales estaban “Preñados”- a saber quien preñó a Marcel y por donde, porque lo que él ha largado, son burradas.

En todo caso, hay que saber que cada peldaño de una escalera es importante. Tramo a tramo hay que limpiar el espectro radioeléctrico de Venezuela para ampliar la diversidad de opiniones y fortalecer la democracia protagónica.

guillermogb66@hotmail.com