Durante la larga y controversial semana antes de la llegada del final de la concesión de Rctv el pasado domingo 27, observé cómo fue tratado el asunto por parte de la oposición y de los personeros del canal. De todo lo oído, leído y visto, llegué a unas reflexiones que compartiré con ustedes.
1) Dicen que el ochenta por ciento de los venezolanos está en contra de la salida del aire del canal de Bárcenas. No comparto esos números. Sí -en cambio- conozco la estrategia argumentativa de tratar de convencer al receptor de que la mayoría está de mi lado. De ahí que se infiera: ¿Cómo tantas personas pueden estar de acuerdo en algo? Siendo así, ellos deben tener la razón.
En relación con lo anterior, considero que los que están en contra de la salida de Rctv hacen mucha bulla a través de los medios impresos o de los canales televisión, mientras que aquellos que apoyan la medida no tienen igual acceso a los mismos. Se debe investigar qué parámetros se utilizó para obtener ese resultado y sí en verdad la muestra que conduce a ese análisis representa un universo significativo de todos los venezolanos.
2) La sirena que se empleó para protestar por la libertad de expresión -en vez de despertar reacciones positivas como se quería hacer ver-, incitaba al temor, a la desesperanza y a la impotencia, o agresión, de acuerdo con la personalidad de cada quien.
La lucha por mantener la señal ha debido orientarse a acciones dignas y no crear una situación de alerta en que todo es válido, convirtiéndose así en un ruido subliminal.
3) Ninguna de las personas que abogaron por la no salida del aire del mencionado canal abrió la boca para decir algo a favor o en contra de la publicidad subliminal durante los meses del paro petrolero, ni tampoco de los mensajes publicitarios tipo línea caliente que transmitían hasta no hace mucho.
4) Los modelos de conducta divulgados por Rctv durante los últimos años han generado en algunos sectores de la población comportamientos en que la violencia, la intolerancia y el desorden han estado presentes. Ese medio televisivo no contribuyó a modelar aspectos sanos, como el buen vivir y la familia. ¿Eso es tener el control? 5) ¿Qué entienden algunos por libertad de expresión? Será que se comprende por ella: Decir lo que uno piensa -o, para ser más clara, lo que a cada quien le conviene- manipulando la opinión pública e irrespetando a las máximas autoridades del país, tal como antes de La Ley Resorte, en que la agresión verbal -manifestada a través del insulto- era un asunto cotidiano, y cuando prender el televisor constituía someterse a un ataque de electroshock.
6) La Ley de Sustitución es muy eficaz. Lo malo se reemplaza por lo bueno. Rctv es sustituida por TVes, que tiene el reto de hacer una televisión educativa e informativa sin dejar de ser entretenida en un breve lapso.
Para finalizar, no entiendo las protestas de los estudiantes de la UCV, sobre todo los de la Escuela de Comunicación Social. Esta casa de estudios siempre ha sido vocera de un pensamiento de izquierda. Sin embargo -como ucevista- me dolió ver el 28 un número exorbitante de policías en la entrada de la institución educativa.
isabelrivero70@hotmail.com