En la página 7 del semanario "Las Verdades de Miguel", N. 161, 06 al 12 de julio 2007 aparece este párrafo al final del artículo/sección "Las verdades desde Trafalgar Square" escrita por Patrick O'Donoghue:
"Lamento la salida de Franco Munini y compañeros del Ministerio de Telecomunicaciones. ¿Cómo estarán las cosas por dentro del Ministerio? Parece que Franco y sus compañeros están pagando el plato roto por el fracaso de TVes y "la sacada de cuerpo" del ministro de Telecomunicaciones, Jesse Chacón. Concuerdo que la lucha es tanto dentro como afuera. Franco es un ejemplo de la gente del proceso que tiene que enfrentar y pelear contra la pared."
http://www.lasverdadesdemiguel.com.ve/articulos.php?id_columna=38&ejemplar=161&ano=4
Quiero aclarar públicamente que esto es incorrecto. Yo tomé la decisión personalísima y libre de renunciar a mi cargo sin ninguna presión, y NADIE más renunció ni se vió forzado a renunciar conmigo. Rechazo categóricamente las implicaciones políticas alrededor de mi renuncia.
No estoy "pagando platos rotos" de nadie: considero que el Ministro Jesse Chacón está haciendo un excelente trabajo al frente del Ministerio, apoyo 100% la gestión de Jesse Chacón, a quien considero uno de los mejores ministros del gabinete, y es la primera vez que oigo hablar del "fracaso de TVes"... porque no hay tal fracaso. La concepción de la televisión de servicio público es una meta que aplaudo y a cuya creación y éxito apuesto con mucha fe.
Mi decisión de renunciar se debió a que no puedo, por razones éticas, desempeñar un cargo que reclamaba mi total dedicación para garantizar la seguridad integral del personal e instalaciones de la institución en la que me encontraba trabajando, y a la vez luchar efectivamente en los tres frentes que considero primordiales para profundizar el proceso revolucionario al cual estoy entregado cuerpo y alma, a saber el ideológico, el tecnológico y el comunicacional.
Ante el dilema de renunciar a un buen trabajo, retador, dinámico y acompañado del mejor equipo de colaboradores que se pueda desear, renunciar a un sueldo estable y un cargo que me aseguraba la solución de mis necesidades económicas... o renunciar a la lucha que me trajo desde Paraguaná a Caracas en los tres frentes mencionados, tuve que hacer lo que un varón debe hacer: tomar una decisión, que ya había discutido con mi pareja y en la que estábamos de acuerdo, a pesar de las dificultades que implicaba.
No puedo, no tengo la capacidad de ofrecer el cien por ciento de mis capacidades a un trabajo que requiere de una dedicación exclusiva e ininterrumpida si mi mente y mis esfuerzos son atraidos hacia otros frentes que todavía parecen no haber sido detectados como imprescindibles para el éxito, no sólo del proceso revolucionario, sino del futuro del país.
Para aquel cargo no será difícil encontrar substitutos, y sigo estando a la orden de la institución para lo que necesiten de mí, pero mi mente y mi brazo son ahora libres de forjar propuestas que nos permitan alcanzar los niveles de soberanía tecnológica, difusión internacional y conciencia revolucionaria indispensables para la construcción del país que queremos ser.
Lamento que Pat O'Donoghue haya tergiversado los hechos, y mucho más que se haya atrevido a publicar ese texto sin consultarme; no puedo culpar al editor del semanario por este error, pero me asiste el derecho a réplica para que se publique esta aclaratoria: tengo el mejor de los conceptos tanto de mis ex-compañeros de trabajo, mis superiores y demás personal de la institución como del Ministro Jesse Chacón y su gestión. Los retos del Ministerio son enormes, y no puedo sino desearle éxito: no serán éxitos de Chávez, serán éxitos para todos los venezolanos.
muninifranco@gmail.com