Escuchando el programa que se transmite por RNV, los domingos por la tarde: "Esto es lo que hay" que conduce la Lic. Cristina González, en conversación con el también Lic. y director de Últimas Noticias, Eleazar Díaz Rangel, comentaban el hecho de que el profesor Luis Britto García ante la CIDH, no supo contestar una pregunta que se le hizo y fue referente a que atribuía él, que el gobierno venezolano haya tomado la decisión de no renovarle la concesión a RCTV y sin embargo no tuvo problemas para renovarla por ejemplo a Venevisión, que también había asumido una clara posición política en contra del gobierno.
De acuerdo a los comentarios de Díaz Rangel y a la Lic. González, ellos estaban sorprendidos por la conducta de Britto, tratándose precisamente de él. Ahora uno se pregunta: ¿Cómo es posible que una persona de la talla de Luis Britto García se haya quedado callado?, porque incluso, cualquier respuesta hubiese sido válida, como por ejemplo: que la señal del canal dos es la de mayor cobertura para todo el país (es decir la mejor señal) y como la constitución obliga al estado a la creación de canales de televisión de servicio social, además de que RCTV, seguía en su empeño de tratar de desestabilizar al gobierno en un ataque permanente, que Venevisión adoptó una conducta más equilibrada y por lo tanto se tomó tal decisión.
El asunto es que lo que sucedió en este caso con Britto García, pasó como por debajo de la mesa y no se le dió la importancia que se le debió haber dado, más aún tratándose de este señor que se supone, es un gran conocedor de nuestra historia contemporanea. Muchas veces uno se queda sorprendido, porque los que estamos de este lado tenemos argumentos de sobra para revatir todas las posiciones de elementos de oposición, ¡un tiro al suelo pués! y sin embargo, ve como en muchas oportunidades se dejan arropar por ellos que al fin y al cabo, lo que hacen es vociferar. Pienso que, si en lugar de haber estado presente ante la CIDH, Luis Britto García, hubiera estado Aristóbulo Isturiz, otro gallo hubiera cantado, aunque se termine concluyendo luego, que esa "Comisión de derechos humanos" obedece a intereses del imperio norteaméricano.
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