Hace tiempo la abogada venezolano-estadounidense Eva Golinger viene
publicando datos, informaciones y explicaciones detalladas sobre la forma
como operan en Venezuela diferentes agencias de espionaje, inteligencia o
sencillamente grupos de presión del gobierno gringo.
Aunque a la joven abogada la asiste el derecho de escudriñar
documentos oficiales desclasificados por diversas agencias gubernamentales
con sede en Washington, pues para ello existe una Ley de Libertad de
Información, se necesita poseer un valor extraordinario para, desde adentro
y totalmente sola, escarbar las entrañas del monstruo.
De hecho, lo que está haciendo la Golinger es lo que debería hacer
el gobierno venezolano si la Disip, el DIM u otros órganos de ³seguridad²
del Estado se dedicaran a cumplir sus funciones de contraespionaje. Se dirá
que en la práctica es lo mismo, pero lo cierto es que tuvo que llegar esta
dama de doble nacionalidad, pero espíritu revolucionario y bolivariano, a
cumplir las funciones que dichos organismos jamás habían desempeñado con
mediana eficacia.
Así pues, han salido a relucir innumerables informes según los
cuales la Nacional Endowment for Democracy (NED) financia a diversos
organismos de fachada para que actúen como promotores de las políticas
gringas. La NED mantiene cuatro grupos que nos recuerdan la antigua división
del poder en Venezuela. Se trata de los partidos Republicano y Demócrata, la
federación empresarial y la AFL-CIO, que equivale a la CTV criolla. Los
fondos de la NED salen del Congreso de manera totalmente pública, pues ya el
gobierno yanqui ha perdido la vergüenza en materia de intervenciones en los
asuntos internos de otros países.
Ello, sin embargo, es apenas la punta del iceberg. La CIA, el FBI,
la NSA y otras agencias de espionaje invierten cantidades astronómicas y
secretas, en subsidios para partidos, sindicatos, medios de comunicación,
policías y militares extranjeros, periodistas y cualquier otro organismo o
personaje que sirva a sus propósitos.
Hace poco la Dra. Golinger dio a conocer los nombres de varios
periodistas que recibieron prebendas de autoridades estadounidenses. De
inmediato cundió la alarma y pusieron el grito en el cielo, reclamando el
enlodamiento de sus reputaciones impolutas. Desde luego no supongo que todos
los mencionados sean agentes de la CIA o trabajen a favor de intereses
gringos, pero se necesita ser muy ingenuo para, en estos tiempos, aceptar
una invitación o una dádiva del gobierno norteamericano y pensar que la
misma se debe a la admiración por sus relevantes méritos profesionales.
Desde hace tiempo estoy clamando por la redacción de una ley que
obligue a todo organismo radicado en Venezuela, sea una empresa, una ONG sin
fines de lucro o algún medio impreso o audiovisual, a declarar si recibe
financiamiento externo, so pena de ser clasificado como espía o agente al
servicio de una potencia extranjera.
En mi opinión la Sra. María Corina Machado y Súmate son peones de
Mr. Bush en Venezuela. Todos los de su calaña deben ser identificados y
sometidos a estrictos controles. Que hayan pretendido formar un CNE paralelo
es apenas una de las intromisiones y actos de saboteo que han intentado para
vulnerar la soberanía nacional.
augusther@cantv.net