Existe una página web, cuya misión, según se lee en su portal, es “que los venezolanos de bien y todos los ciudadanos del mundo conozcan las caras y antecedentes de los protagonistas de este proceso político, que si bien llegó al poder (Chávez) por medio del voto popular, ha traicionado todos los postulados de la democracia, transgrediendo reiteradamente las leyes venezolanas e internacionales”. La página se llama Reconócelos y en ella salen fotos de dirigentes del “chavismo”.
Si se mete ahorita por ejemplo, una famosa venezolana estadounidense sale como primer chicharrón, porque decidió difundir una lista de periodistas “invitados” del gobierno gringo. Página despreciable, sin duda.
Y menciono esta página porque cuesta ver la diferencia en la intención de la venezolana estadounidense y en la de los autores de la mencionada página web. La compatriota dice en su defensa que “no trata de acusar o perseguir a ninguna persona, sino de alertar sobre una situación de subversión e infiltración que amenaza la estabilidad de la revolución bolivariana y pone en peligro la soberanía de la nación” (El enredo de los dólares, Aporrea, 15/08/07).
Yo lo veo de esta forma: las listas en este país tienen muy mala fama. Hasta las de mercado, porque las usan para denunciar desabastecimientos ficticios o reales. El mismo Presidente tuvo que mandar a enterrar una, que estará enterrada, pero le dejaron una puertita que a cada rato abren a discreción. A mi modo de ver, no importa si en la fulana lista hay periodistas de oposición culpables de algún delito, sino en el hecho de hacer la denuncia a través de ese cuestionable “formato”. Hay quienes se ofenden con la lista sólo porque “meten a todos en un mismo saco”. Es decir, a periodistas chavistas y a periodistas antichavistas .¿O sea que si la lista solo mencionara a periodistas de oposición hay que ponerle un marquito dorado y a su autora postularla para un premio de periodismo?
No creo que haya un ser humano perfecto. Y no le resto méritos al trabajo que realiza la venezolana estadounidense. Pero esa lista somete a ciudadanos venezolanos al escarnio público. De los dos lados. De algunos se dice que fueron burlados en su buena fe y de otros que al fin hay pruebas de los apátridas que son. ¿A quien desprecia usted? Fascismo al gusto.
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