Una de las cosas que más nos suben la rabieta senil es ver que un vejete de otra parte, es decir, que no nació en nuestro país, venga a meter su cuchara en cosas que sólo le atañen a los venezolanos. Yo no soy mojigato, ni ando con esas tonterías de que “lo importante es donde se lucha”. El hombre creó fronteras, delimitó, puso horcones, dividió y por eso cada quien es de donde es. Yo no puedo ir a la casa de Ruperto Macundales a decir vainas en contra de él o de su familia. RECUÉRDESE QUE EN LOS ACTUALES MOMENTOS, EL NACIONALISMO ESTÁ A FLOR DE PIEL EN CUALQUIER PARTE DEL MUNDO. Y ¿eso es malo?
¿En cuál lugar de Venezuela nació ese retrato del medioevo llamado Rafael Salgueiro? Primero dificulto que su apellido ande de barrio en barrio, de bloque en bloque o de manzana en manzana. El respetado y admirado periodista nacional llamado Ernesto,
¡Vaya nombre! Villegas lo puso al lado de Castro Soteldo, ex ministro, a que diera su opinión sobre el caso boliviano y el vejete se fue de un solo porrazo a meterse con el Presidente del país del cual el Libertador Simón Bolívar llamó “su hija preferida”, es decir BOLIVIA.
Mientras Castro Soteldo con un verbo fluido, de gran conocimiento exponía las razones que nos llevarían a nosotros los venezolanos a defender a Bolivia contra las garras del Halcón asesino, el apellidado Salgueiro hasta tuvo el tupé, frente a una cámara de la televisión de todos los venezolanos, de emitir un “yo lo quiero” cuando el inteligente muchacho criollo Ernesto Villegas le preguntó si estaba de acuerdo, en que cayera Evo Morales de la presidencia de esa nación. Es decir que este vejete con verbo de gaucho trasquilado y malasangre, admitió que vería con muchos gustos que por esa nación bolivariana corra la sangre de los VERDADEROS DUEÑOS DE BOLIVIA, ¿ o es qué esos blancos estaban ahí cuando el IMPERIO ESPAÑOL, llegó para masacrar estas geografías?
Así no se puede. Y estoy seguro que no estoy equivocado con la nacionalidad FORÁNEA del vejete de marras. “Uno es de donde respira el aire por vez primera” Igualmente se notaba enojado porque VENEZUELA, la nuestra, humanista, creadora de verdaderos derechos sociales, respetuosa de la vida, amorosa con los niños del mundo, dadivosa, creyente del cristianismo, “amaos los unos a los otros”, se proyecta en el orbe como una nación que ayuda a los más necesitados, incluyendo a los que habitan ese centro de trapisondas llamado USA. Dijo que de caer Evo Morales, “nuestro país no tendrá que ayudarlo”. ¿Qué clase de mentecato es este truhán achacoso y alcanforado?
Así mismo pasó con la italiana aquella de Televen. Insultó, blasfemó, se cagó en los valores patrios y todo bien gracias. Así no se puede. Un nacionalizado debe tener respeto para quien le da la mano: la mano que de repente no quiere se le dé a otros. Rafael Salguiero es un abusado. Un vejete sin pulpa humana, porque eso de querer la caída de un Presidente electo democráticamente y además enojarse porque se les de comida a los que están ausentes de ella, sólo demuestra una horripilante muestra de monstruosidad, muy ajena al sentir de los venezolanos.
Por favor Ernesto Villegas, anuncia con tiempo a quien vas a presentar en tu gran programa, para que de acuerdo al análisis que haremos de los mismos, decidamos como va a estar nuestra faz en esa mañana, que puedes estar seguro no debilitará la inmensa admiración que sentimos por ti. Rafael Salgueiro es una muestra de cómo se comporta el fascismo venido de allende nuestra frontera. ¡Zape gato, ñaragato!
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