He repensado durante varios días la manera cómo me gustaría compartir con otros el ritual que significa sentarme con un café y un cigarrillo a ver mi programa favorito de tv: “Los papeles de Mandinga”.
Llego, como cualquiera de ustedes después de un día de trabajo, acalorada, cansada, compro en la panadería –no quiero cocinar- los semáforos, las colas, uff! y apuro el paso.
El día transcurre con las “calamidades” que todos conocemos: Los apátridas de siempre denuncian al gobierno venezolano en la reunión de la SIP, porque se “censura a los medios”; el Nuncio le da asilo a mi coterráneo Nixon Moreno, - vergüenza ajena- (y yo que me jodí tanto estudiando), el maletín de Antonini ya no es tal, ahora pasó a ser un baúl, además con sombrero de copa, del cual según entiendo, saca conejitas de playboy; la Bolsa se desinfla en EEUU, Europa; y aquí algunos “bolsas” quisieran soplarla nuevamente…
Total, ya estoy en casita, sana y salva, decidida a retirarme a “mis aposentos” a ver mi programa favorito, o mejor dicho, decidida a relajarme.
Nolia es, ¿cómo explicarlo?, es un veterano de guerra, un periodista con verdadera formación, Nolia, me recuerda a mi mamá con ese léxico tan culto, y de repente, con una habilidad única se hace agudo. Reconoce a todos los personajes de la IV, a quienes desnuda de manera tal, que sólo puede uno reírse: “los medios pollos esos” “los bacalaos”, “que gentecita esa, por eso les va como les va”. Además debo confesarles que lo que más me gusta, es cuando finaliza el programa y dice, después de haberlo dicho TODO, “bueno, lamentablemente se nos acabó el tiempo…” y se queda así, sin respirar, como quien se hace una placa de tórax, verdaderamente para morirse de la risa.
Ringggggg… es el celular, aló Nela, ay! amiga será que te puedo llamar como a las 8:00 pm es que ando apuradita.
El agua hierve, revuelvo el café, Ay! Discúlpenme camaradas, después continuamos, son las 7 y 29, y debo retirarme a mis aposentos!!!
solyanesgil@hotmail.com