El camarada Omar Marcano publicó una nota en Aporrea el pasado 24 de
febrero, titulada ¿Hasta donde llega la dictadura mediática? En ella hace
un interesante análisis sobre la influencia de Globovisión y RCTV en
millones de venezolanos.
Expone Marcano que hasta 10 millones de compatriotas podrían ser víctimas
de las campañas mediáticas que se cocinan en los mencionados medios de
oposición.
Quisiéramos aprovechar la nota de Omar para expresar nuestra humilde
opinión sobre lo que consideramos un error estratégico, que guarda relación
con la identificación acertada del enemigo.
Decimos acertada, porque podríamos estarle tirando piedras a la luna o
gastando energía y recursos en una lucha contra un señuelo.
Se cuentan por miles aquellos a quienes hemos escuchado afirmar que el gran
enemigo interno de la revolución es Globovisión. Nosotros creemos que ese
es un enemigo, pero no el gran enemigo.
Globovisión es un canal dedicado a la política, que tiene como público a un
sector de la población altamente radicalizado e identificado con la
oposición.
La inmensa mayoría de los jóvenes ven una programación diferente a la que
ofrece ese canal; los chavistas “duros” no quieren dedicarle ni un minuto y
se cuentan por millones los venezolanos que prefieren una programación que
no tenga tanto contenido político.
Globovisión tiene su contraparte en VTV. La programación del canal del
Estado es de la preferencia de un sector de la población también
radicalizado políticamente, y en este caso identificado con la revolución
Bolivariana. No hay escuálido que “pierda su tiempo” viendo, por ejemplo,
Dando y Dando.
Lo anterior significa que a nivel de televisión, en lo que a influencia
política se refiere, estamos en condiciones más o menos similares. Los
sectores altamente politizados cuentan cada uno con un canal identificado
con su tendencia.
No significa esto, sin embargo, que las fuerzas estén igualadas. Existe un
enorme desbalance mediático a favor de la oposición y el mismo le hace un
daño terrible a la revolución.
La radio es el gran enemigo mediático, y si bien es cierto que contamos con
Radio Nacional y YVKE Mundial, el problema es que la programación de ellas
está orientada al mismo sector que ve VTV.
La mayoría de los radioescuchas. que no oye Radio Nacional o YVKE, está a
merced de una poderosa red comunicacional, cuya programación no es de
abierto contenido político, pero que cuenta con una serie de “profesionales
de la comunicación” que entre canción y canción dejan colar un comentario
mordaz o una crítica corta, pero ácida, contra el gobierno, la revolución y
sus líderes.
Allí es donde están generando la matriz de opinión que sostiene que ser de
oposición significa tener clase, y ser chavista significa ser un pobre
diablo. Es la radio la que está envenenando nuestros muchachos. Es allí
donde cada canción de Juanes viene acompañada por su opinión antichavista.
A diferencia de la televisión la radio tiene una programación donde
consiguen lo que buscan, aquellos a quienes les gusta el merengue, la
salsa, el vallenato, el rock, el joropo, la balada, el hi hop, el tango y
pare usted de contar.
Miles de programas, cientos de estilos pero todos con un mismo mensaje
detrás: hay que salir de Chávez.
Globovisión es un enemigo, muy peligroso. De hecho, allí se “cocinan” las
matrices de opinión, pero es la radio la encargada de fortalecerlas y
sembrarla en la mente de millones.
Urge, en consecuencia, una acción destinada a contrarrestar esta perversa
influencia, pero conveniente es tener en claro que no puede darse a este
problema, la misma respuesta que dimos con VTV y Radio Nacional.