La frase “Delenda est Cartago” o “Cartago delenda est” (Cartago debe ser destruida) es una versión corta de “Ceterum censeo Carthaginem esse delendam” (…y además opino que Cartago debe ser destruida) expresión con la cual Catón el Viejo terminaba sus discursos en el Senado romano, sin importar el tema tratado, ya fuera una nueva ley, la construcción de un acueducto, impuestos sobre el vino o saneamiento de la ciudad. Para Catón la ciudad de Cartago, al otro lado del Mar Mediterráneo, era enemiga natural de Roma y debía ser destruida, como en efecto lo fue en el año 146 A.C.
TRAIDORES A LA PATRIA
Imaginen que en 1840, años después de proclamada la Independencia, existiera en Caracas un periódico dedicado a exaltar los valores del imperio español y a denigrar de los patriotas, a exaltar la figura del monarca y a difamar la República, bajo el chantaje de la democracia y la libertad de expresión. Jamás lo hubieran permitido, y sus responsables hubieran sido pasados por las armas como traidores a la Patria.
LA MADRE DE ALBERTO FEDERICO RAVEL
Para salvar al pueblo venezolano (revolución y oposición) de la guerra civil, Globovisión debe desaparecer, ya sea revocándole la concesión de uso de nuestro espacio radioeléctrico o clausurándola por razones de salud pública. Una cosa es libertad de expresión y otra guerra psicológica e intoxicación de la población mediante difusión de mentiras y antivalores. Una cosa es que yo opine que la madre del señor Alberto Federico Ravel no educó bien a su hijo y otra que afirme, sin pruebas e ignorando si ese caballero tuvo madre o si ésta aún vive, que la señora es deshonesta, y lo repita por horas, días, semanas, meses y años, hasta formar una “matriz de opinión”, es decir: hasta que una buena parte de la población considere deshonesta a la madre del señor Ravel.
INFECCION DE ANTIVALORES
Triste ejemplo de la infección psicológica que propaga Globovisión es la matriz canalla y chovinista de antivalores alrededor de “la regaladera de Chávez”, mediante la cual transmitió su inhumanidad e infectó con su egoísmo a buena parte de la población. En efecto, los lacayos dueños y directivos de Globovisión callan las abrumadoras evidencias de latrocinio (*) del gobernador Manuel Rosales y sus regalos de relojes de 40 millones a los ricos, pero dan alaridos de indignación cuando Venezuela asiste a pueblos hermanos por los cuales Bolívar y los patriotas derramaron ríos de sangre venezolana. ¿Qué ministros de Educación y Salud hemos tenido, incapaces de defender legalmente a los niños, niñas y adolescentes de esta campaña malsana que viola los más humanos principios de solidaridad consagrados por nuestra historia y proclamados en la Constitución?
DISCURSO AGRESIVO 1
Globovisión nos clavó durante diez años la cantinela según la cual las agresiones de calle a sus reporteros y camarógrafos (que insultaban diariamente al pueblo chavista) eran producto del “discurso agresivo de Chávez”. Al contrario, un reciente fallo de la Corte Interamericana de Derechos Humanos establece que el discurso agresivo del Presidente apunta a propietarios y directivos de ese canal y no a sus trabajadores y, además, que dicho discurso forma parte del derecho del Presidente a expresarse libremente.
DISCURSO AGRESIVO 2
Un discurso mucho más agresivo es el siguiente: en caso de conflicto social, golpe de Estado o guerra civil, los propietarios y directivos de Globovisión deberán ser considerados autores intelectuales, provocadores e incitadores de la violencia política en Venezuela y, como tales, sujetos a la vindicta popular que en ausencia de libre funcionamiento de las instituciones podrá y deberá ejercerse directamente. En otras palabras (y sólo en caso de ausencia de un ordenamiento jurídico democrático basado en la soberanía popular) toda muerte o daño que sufra la población podrá de manera legítima (aunque no legal) cobrarse en las personas físicas de dueños y directivos de Globovisión quienes, por su acción desestabilizadora de hoy, serán entonces considerados objetivo militar.
Por eso, para ahorrarle graves daños a la Patria, para proteger la vida, propiedades, libertades y derechos de los venezolanos, bolivarianos y opositores, y hasta para proteger las personas de sus propietarios y directivos, Globovisión delenda est.
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(*) “Latrocinio. m. Acción propia de un ladrón o de quien defrauda a alguien gravemente” - Diccionario de la Real Academia Española.