El camino se está despejando para que ande el hombre nuevo en construcción; con pasos agigantados se recuperan espacios, expropiando fabricas que los depredadores capitalistas mantienen improductivas engordándolas, mientras tratan de tumbar al gobierno del pueblo (supuesto negado) para cuando vuelvan seguir explotando; pero se les olvida que ya el camino está decidido y seguiremos recuperando todo lo que pertenece al pueblo y es necesario rescatar esta para su control.
En una revolución se aprende a vivir en comunidad, es el objetivo prioritario, ir encontrando poco a poco la unidad que fortalezca el proyecto, de lo contrario la debilidad se manifiesta y es aprovechada por los zamuros que esperan la oportunidad para volver a intentar establecer lo que saben perdido, pero no se resignan por completo.
Hoy día mantienen el bastión más importante y si no aceleramos la expropiación, el daño que están haciendo se agudizara de tal forma que será difícil sacar el veneno que inyectan en nuestra sangre.
Hacen uso de ese monstruo que penetró en la casa y que lo alimentan cada día con odio, sin que podamos defender nuestra familia, porque hicieron que se nos hiciera costumbre; consideramos que no podemos vivir si ellos, nuestros hijos lo tienen a su disposición las 24 horas sin poder negarse a absorber el veneno que emanan con tanta naturalidad sin importarle que están matando el futuro.
Todo lo recuperado y puesto al servicio del pueblo es de vital importancia en revolución, hay que tener prioridad e ir estudiando a medida que pasa el tiempo, cual y en qué momento se recupera o expropia, hay valores importantes que son materiales y se necesitan para poder alimentar, abrigar, sanar y hasta entretener, pero hay otro valor que no se puede ignorar en las expropiaciones y que son el alimento del alma, es necesario activar con urgencia el plan de recuperar nuestros medios, porque el daño es demasiado y retrasarlo equivale a un riesgo que es peligroso correr.
Con urgencia hay que aprovechar los desajustes que tienen los golpistas por su ausencia de adeptos y adelantemos lo que sea legal (ya que estamos en legalidad) para expropiarle lo que nos pertenece y le están dando un abusivo uso, los espectros son nuestros; lo único que tenemos que pagar son las bienhechurías, que estoy seguro son menos costosas de lo que para nosotros significa la revolución, porque PATRIA O MUERTE, VENCEREMOS Y HASTA LA VICTORIA SIEMPRE.
HAZTE CONCIENCIA.
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