Este fin de semana leyendo APORREA y las leyes correspondientes, además de la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela, había preparado un escrito justificativo, moral y legal para cerrar a Globovisión y RCTV, pero ahora se aparece el margariteño mayor, egregio amigo de mi difunto padre y me para en seco, para dar un viraje de 180 grados en mi opinión: No es necesario cerrar Globovisión, ni mucho menos RCTV.
No se trata de ignorar los 47 expedientes que tiene la inoperante CONATEL, por diversas graves violaciones a la Ley de Responsabilidad Social en Radio y Televisión, sino de darle un punto final inteligente a este fastidioso asunto.
El argumento Villegano de que no son importantes, que casi nadie los ve, que son tan pequeños que casi dan ternura, es tan pueril como necio. Son la punta de un iceberg amenazante, concretado en avanzada y comando de guerra desestabilizadora de Cuarta Generación Terrorista.
Lo que si es cierto en el escrito de Villegas es que Globo solamente se ve en señal abierta en tres grandes ciudades y RCTV hay que pagar para verlo en los cables.
Es decir, el cumplimiento de la labor desestabilizadora de Globo, solamente es pertinente si sigue apareciendo en los cables, entonces, atendiendo a Augusto, reglamentemos las cableras.
La LEY RESORTE en su artículo 11 dice textualmente: “El órgano rector en materia de comunicación e información instrumentará la incorporación de señales de los servicios referidos en el encabezado de este artículo(empresas de cable), previa aprobación de la Asamblea Nacional”.
Entiendo en consecuencia que la incorporación de canales a las cableras debe tener el permiso de la ASAMBLEA NACIONAL. El asunto es verificar que ESTO ha sido observado y si hay omisiones o saltos en este aspecto para ello se deberá solicitar la lista completa de todos los canales existentes en la televisión por suscripción.
Como sabemos Globovisión y RCTV, quienes han hecho trizas la Ley Resorte con absoluta impunidad, por ahora, son integrantes de las cableras y esto principalmente les da a ambos, el poder de burlar la concesión otorgada originalmente como canales de transmisión directa y lo más perverso, configurarse en difusores nacionales de innumerables violaciones a la Ley y la paz de los venezolanos.
Existen opositores, que claman por el cierre de estos canales, pues en sus opiniones, distorsionan la lucha democrática y las verdaderas críticas a la gestión gubernamental.
En consecuencia se recomienda a la soberana Asamblea Nacional, autorizar una lista de canales a las cableras por suscripción o pagos.
Proponemos, entonces NO CERRAR a RCTV y Globovisión, sino sacarlos de la lista de las cableras en base al criterio de que “solamente deben aparecer en dichas empresas de cable, canales extranjeros, es decir, aquellos radicados fuera de Venezuela, con capital y equipos registrados fuera del país y previa aprobación de la Asamblea Nacional, excepto los canales oficiales del Estado venezolano”
Al dejar estos dos canales abusadores fuera de las cableras, se les cae el 90% de su audiencia y estarían limitados a pequeños bolsones de televidentes pagos, los cuales no serían rentables.
De esta forma , serían sancionados por su empecinada línea golpista y desestabilizadora y perderían su cualidad de comandos coordinadores en la guerra mediática de cuarta generación que nos tiene implantada el Imperio.
¿Qué tal Augusto Hernandez, jijo er diablo, Oh?
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