“El arte de odiar” es un libro que recientemente se encontrará en la calle, escrito por Federico Alberto Ravell. En este manual, Ravell insiste en que ser rico es bueno, en que la cacería de altura es virtuosa, en que la usura ennoblece, que dar sin mirar a quién es botar el dinero y buscar la ruina. Que recibir sin dar es lo más virtuoso en esta vida. Que sólo la envidia, los celos, la intriga y la ambición son terrenos abonados para el éxito. Que en esta vida sólo hemos nacido para ganar. Que sólo lo productivo es digno de emularse, y que sólo produciendo se puede llegar a la libertad.
Dice Ravell: “Todos debemos ser esclavos de alguna pasión, la mía es siempre vencer y ganar.”
“Cuando uno recibe premios, elogios, apoyos de todas partes del mundo y además muchas alabanzas –sostiene- es entonces cuando uno experimenta su potencia de ser, y llega al supremo orgasmo de la exaltación última de la dicha.”
Ravell advierte que el verdadero objetivo de dar es recibir. Que todo lo que Globovisión le ha dado a su audiencia debe tener una contraprestación. Globovisión no se arriesgó de gratis por cuanto invirtió el 11-A, ni con lo del paro petrolero, ni con lo de Danilo Anderson.
Las recomendaciones que da Ravell para odiar, son:
1- Nunca pensar que Chávez realmente pueda tener algo de humano.
2- Nunca considerar que Venezuela es lugar en el que merezca la pena vivir.
3- Recordar que Bolívar fue un hombre fracasado, y que los pueblos que siguen a fracasados vivirán eternamente frustrados.
4- Para odiar positivamente nunca se debe tener una preocupación activa por nada de lo que te rodee.
5- El pasado es boñiga de mulo y el futuro la gran catástrofe.
6- Odio y trabajo deben ser inseparables. Se odia aquello por lo que se trabaja y se trabaja por lo que se odia.
7- El hombre que odia nunca responde por nada.
8- Odiar genera respeto y temor, es la fuente de toda sumisión y eleva el ego hasta la locura.
9- El que odia no necesita conocer la verdad ni le interesa.
10- Para odiar es necesario llenarse de secretos y hacer lo imposible porque el menor número posible de los seres que te rodean lleguen a conocerte.
11- Odiar es llenarse de sueños narcisistas y de omnisapiencia.
12- Si la luz del odio ha penetrado en tu corazón debes saber que también hace estragos en otros que no podrán tener un momento de felicidad.
13- No trates de ayudar porque estarás cavando tu propia tumba.
14- Cada cual odia al otro en aras de la destrucción de lo que se nos ha dejado.
Por estas y muchas otras consideraciones, Ravell se pregunta si el odio es un arte.
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