El 29 de mayo de 2009,
Reporteros Sin Fronteras publicó una carta abierta al presidente venezolano
Hugo Chávez en la cual la asociación denuncia “una auténtica
carga del poder y de la administración” contra Globovisión,
un “canal informativo privado”. Según la organización parisina,
a Globovisión “se le abrió
un procedimiento administrativo que puede llevarle a la suspensión
de sus emisiones durante setenta y dos horas” por hacer “su
información [del terremoto del 4 de mayo de 2009] refiriéndose a los
datos facilitados por el Instituto Geológico de Estados Unidos”.1
Las autoridades venezolanas
acusan al canal “de violar el artículo 29 de la Ley de Responsabilidad
Social en Radio y Televisión (Ley Resorte), que sanciona a los medios
de comunicación que ‘promuevan, hagan apología o inciten a la guerra;
promuevan, hagan apología o inciten a alteraciones del orden público’”.
RSF pregunta: “¿De qué forma la información sobre un terremoto,
por imperfecta que haya podido ser, puede enmarcarse en esa definición
de la infracción?2
Presentado de este
modo, el asunto puede sorprender a la opinión pública internacional.
Pero, al contrario de lo que afirma RSF, la realidad es otra y ha sido
cuidadosamente eludida por la entidad francesa de “defensa de la
libertad de prensa”.
Globovisión
contra la democracia
Desde 1998, Globovisión
no ha dejado de oponerse al gobierno democrático de Hugo Chávez. En
abril de 2002, el canal de televisión participó activamente en el
golpe de Estado de Pedro Carmona Estanga. En cualquier país del mundo,
Globovisión hubiera sido cerrado y sus dirigentes condenados a
largas penas de prisión. Pero el Tribunal Supremo, controlado por la
oposición en aquella época, se negó a reconocer la realidad del golpe
y se limitó a pronunciar un “vacío de poder” para explicar
el golpe de fuerza.
Luego, el canal ha
multiplicado los llamados a la insurrección3. En mayo de
2007, Globovisión fue culpable de incitación al asesinato del
presidente Chávez manipulando imágenes y lanzando mensajes subliminales.
Durante la difusión del programa Aló, Ciudadano, en el que
se emitió una entrevista de Marcel Granier, director del canal RCTV,
que critica fuertemente a Chávez, el canal mostró simultáneamente
las imágenes del atentado contra el Papa Juan Pablo II de mayo de 1981.
Globovisión no pudo explicar por qué difundió imágenes del atentado
en un programa que trataba de la no renovación de la concesión de
RCTV.4 Varios expertos en semiótica fueron categóricos
al respecto: “Se incita al asesinato del Presidente”.5
En Francia, esos comportamientos habrían llevado a los periodistas
del canal así como a sus dirigentes detrás de las rejas.
Los periodistas de
Globovisión así como los presentadores del canal también multiplicaron
las expresiones difamatorias hacia el gobierno usando los términos
“dictadura” y “tiranía”, con el fin de justificar
los llamados a la desobediencia cívica y los actos de violencia, algo
inimaginable en occidente.6
El asunto del terremoto
El 4 de mayo de 2009,
un terremoto golpeó el Estado de Miranda a las 4:40 de la mañana,
seguido de tres réplicas (4:50, 6:23 y 6:24) sin causar daños humanos.
A las 5:25, el ministro de Interior y Justicia, Tarek El Aissami, declaró
que el sismo se había sentido en varios lugares. “Estamos recibiendo
reportes de las afectaciones. Estamos, a través de Funvisis, determinando
el epicentro y magnitud. Queremos informar que, hasta ahora, no tenemos
reportes de algún tipo de daños materiales o estructurales. Queremos
hacer un llamado a la calma. La orden es que
haya un despliegue inmediato de patrullaje para proteger a las
personas que salieron de sus casas”, declaró7. A las
5:44, El Aissami hizo público un segundo informe declarando que se
había entrevistado con el presidente y el vicepresidente Ramón Carrizález,
y subrayó que Chávez había ordenado el despliegue de la Guardia Nacional
Bolivariana con el fin de garantizar la seguridad de los ciudadanos.7
Por su parte, Francisco
Garcés, presidente de Funvisis, a las 5:40 informó de que dos sismos
habían golpeado la capital, Caracas, así como la zona metropolitana,
y pidió a los medios que lanzaran llamados a la calma a la población.
A las 6:05, el ministro de Obras Públicas y Vivienda, Diosdado Cabello,
indicó que el metro, el ferrocarril y el aeropuerto funcionaban perfectamente.
Héctor Navarro, ministro de Educación, también subrayó que las escuelas
y las universidades no habían sido afectadas por el terremoto y estaban
abiertas. Jesús Mantilla, ministro de Salud, informó del funcionamiento
normal de los hospitales del país. A las 6:47, la ministra de Telecomunicaciones
e Informática, Socorro Hernández, comunicó a la población que la
red de telecomunicaciones no había sido afectada. Por su parte, Alejandro
Hitcher, presidente de Hidrocapital, explicó que el sistema de suministro
de agua funcionaba normalmente. A las 7, Blanca Ekhout, ministra de
Comunicación e Información, señaló que el conjunto de los organismos
del Estado se encontraba en estado de alerta desde el principio de la
sacudida. Jacqueline Faría, jefa del gobierno del distrito capital,
así como Rafael Ramírez, ministro de Energía y Petróleo, mantuvieron
informada a la población en sus atribuciones respectivas.8
No obstante, a las
5:20 de la mañana, o sea apenas 40 minutos después de la primera sacudida
telúrica, el director de Globovisión, Alberto Federico Ravell,
se apresuró en intervenir personalmente en vivo en su canal para –después
de proporcionar una información equivocada sobre el epicentro del sismo
basándose en informaciones procedentes de… Estados Unidos– arremeter
directamente contra el gobierno, acusarlo de incuria y transmitir un
mensaje de miedo y terror. “Nos angustia mucho pero no encontramos
a quién localizar, no encontramos ninguna autoridad a quien pedirle
una información precisa, una información exacta […]. Lo que tenemos
es estar pendientes y muy pendientes sobre todo de que nuestras autoridades
nos informen, den una información precisa, den una información veraz
de qué está pasando en este momento porque no tenemos a quién
acudir. Llamamos a Funvisis pero se cayó
la llamada, no hemos podido comunicarnos con los bomberos. El alcalde
[Gerardo] Blay no reporta si hay algún daño en su región”.9
En ese momento de la
conversación, el presentador de Globovisión interrumpió a
su director para recordarle una realidad. “Director, acabamos de
tener conversación telefónica,
nuevamente, con el director de Funvisis y nos
acaba de informar de que en estos momentos se encuentra manejando y
por eso ha sido imposible que nos haya dado comunicación. Sin embargo,
nos reiteró que apenas termine de conducir nos va a atender y vamos
a poder salir al aire en vivo con él para dar la mejor información”.10
Lejos de atender el
llamado a la razón, Ravell aprovechó la ocasión para estigmatizar
de nuevo a las autoridades: “Los medios oficiales que tanta propaganda
hacen deberían estar en este momento informándole a la ciudadanía
de lo que está pasando y no que nosotros tengamos que estar aquí
acudiendo al servicio meteorológico de los Estados Unidos para informarle
a la gente que hubo un temblor”.
11
Tarek el Assaimi denunció
“la actitud mezquina y el uso irresponsable de un medio de comunicación”.
Ravel, en vez de transmitir un mensaje de tranquilidad, instrumentalizó
una catástrofe natural para fines políticos y “sembrar el miedo
entre la población”, según Cabello, ministro de Obras Públicas.12
¿Qué pasaría en Francia si el director del canal privado TF1 hubiera
atacado al gobierno de Nicolas Sarkozy con la misma virulencia, cuarenta
minutos después del inicio de las inundaciones ocurridas en 2008, acusándolo
de abandonar a las víctimas a su suerte?
La desinformación
de RSF
Desde luego, RSF censuró
cuidadosamente esta realidad e intenta transformar un grave atentado
a la deontología periodística y una grave falta de responsabilidad
de los medios en una violación de la libertad de prensa. En referencia
al golpe de Estado de 2002, la organización parisina reconoce que
“en aquel momento no carecía de fundamento la apertura de un procedimiento
judicial, aderezado con un contradictorio debate, sobre la actitud que
algunos medios mantuvieron durante los acontecimientos”
pero finge ignorar las actuaciones continuas e ilegales de Globovisión
al preguntarse: “Pero ahora, ¿en qué
contenidos se basa la acusación, cuando han transcurrido más de siete
años de los hechos?13
Por fin, RSF afirma
que “Globovisión es el único medio televisivo de la red que lanza
al aire una voz netamente crítica con su gobierno. […].Nunca, en
otros países de América Latina donde sus homólogos han tenido que
enfrentarse a medios hostiles, o considerados como tales, la réplica
del Estado ha asumido un cariz tan extremo.
Nunca se ha dado la subordinación de la práctica totalidad del sector
televisivo a una única voz dirigente”. Aquí la mentira es triple:
la entidad que preside Robert Ménard intenta hacer creer que las actuaciones
de Globovisión son algo corriente en América Latina, que el
gobierno de Chávez arremete contra el canal a causa de las críticas
que emite en su contra y que los demás medios televisivos del país
están a las órdenes del líder bolivariano.14
Una vez más, resulta
fácil contradecir las afirmaciones de RSF. Por una parte, ningún medio
latinoamericano ha llamado al derrocamiento del presidente elegido como
lo ha hecho Globovisión. Por otra parte, basta con ver los canales
privados, que ocupan más del 80% del espacio mediático del país,
para darse cuenta de que la crítica contra las autoridades es acerba
y constante. Por fin, cualquier analista serio sabe a ciencia cierta
que ningún país del continente americano puede vanagloriarse de disponer
de una libertad de expresión y de prensa similar a la que reina en
Venezuela. Así, para RSF, los medios deben incitar a la insurrección
y al derrocamiento del orden establecido, como hace Globovisión,
para que no se les considere lacayos del poder.
Desde la elección
de Hugo Chávez a la presidencia de la República Bolivariana de Venezuela,
RSF ha tomado posición a favor de la oposición antidemocrática y
golpista y no ha dejado de defender sus intereses a nivel internacional.
Así, durante el golpe de Estado del 11 de abril de 2002, RSF no denunció
el papel principal de los medios privados opuestos al presidente democráticamente
elegido. Peor aún, el 12 de abril de 2002, RSF publicó un artículo
que difundía sin ninguna reserva la versión de los golpistas e intentaba
convencer a la opinión pública internacional de que Chávez había
renunciado:
“Recluido
en el palacio presidencial, Hugo Chávez firmó
su renuncia durante la noche bajo la presión del ejército. Después
fue llevado a Fuerte Tiuna, la principal base militar de Caracas, donde
está detenido. Inmediatamente después, Pedro Carmona, el presidente
de Fedecámaras, anunció que dirigiría un nuevo gobierno de transición.
Afirmó que su nombre era el objeto de un
‘consenso’ de la sociedad civil venezolana y de la comandancia de
las fuerzas armadas”.15
RSF no es una organización
de defensa de la libertad de prensa, sino una oscura entidad con una
agenda política muy precisa encargada de desprestigiar por todos los
medios posibles a los gobiernos progresistas de todo el mundo que se
encuentran en la lista negra de Estados Unidos. Nada sorprendente cuando
se sabe que Washington financia sustancialmente a la organización a
través de la National Endowment for Democracy, una oficina pantalla
de la CIA según el New York Times.16
Revisado por Caty R.
Notas
1 Reporteros
Sin Fronteras, «Persecución gubernamental contra el canal Globovisión:
carta abierta al Presidente Hugo Chávez», 29 de mayo de 2009. http://www.rsf.org/Persecucion-gubernamental-contra.html (sitio consultado el 2 de junio de 2009).
2 Ibid.
3 Agencia
Bolivariana de Noticias, «Periodistas coinciden en que Globovisión
es promotor de protestas de oposición», 29 de mayo de 2007.
4 Agencia
Bolivariana de Noticias, «Ministro Lara denunció que medios de
oposición incitan a magnicidio», 27 de mayo de 2007.
5 Agencia
Bolivariana de Noticias, «CNN miente sobre Venezuela y Globovisión
incita al magnicidio», 28 de mayo de 2007.
6 Agencia
Bolivariana de Noticias, «Globovisión continúa con la instigación
a la desestabilización», 29 de mayo de 2007.
7 Luigino
Bracci Roa, «Fuerte temblor sacudió región central del país esta
madrugada sin causar daños», Yvke Mundial,
4 de mayo de 2009. http://www.radiomundial.com.ve/yvke/noticia.php?23910 (sitio consultado el 15 de junio de 2009).
8 Ibid.
9 Globovisión,
«¿Quién sintió el temblor primero? ¿Los chavistas o los opositores?»,
4 de mayo de 2009. http://www.youtube.com/watch?v=TwC0pLR-ajQ (sitio consultado el 2 de junio de 2009).
10 Ibid.
11 Ibid.
12 Ibid.
13 Reporteros
Sin Fronteras, «Persecución gubernamental contra el canal Globovisión:
carta abierta al Presidente Hugo Chávez», op. cit.
14 Ibid.
15 Reporteros
Sin Fronteras, «Un journaliste a été tué, trois autres ont été
blessés et cinq chaînes de télévision briévement suspendues»,
12 de abril de 2002. www.rsf.org/article.php3?id_article=1109 (sitio consultado el 13 de noviembre de 2006).
16 Salim
Lamrani, Cuba. Ce que les médias ne vous diront jamais (Paris:
Editions Estrella, 2009).
Salim Lamrani es profesor encargado de cursos en la Universidad París Descartes y en la Universidad Paris-Est Marne-la-Vallée y periodista francés, especialista de las relaciones entre Cuba y Estados Unidos. Ha publicado, entre otros, Doble Moral. Cuba, la Unión Europea y los derechos humanos (Hondarriaba: Editorial Hiru, 2008). Su nuevo libro se titula Cuba. Ce que les médias ne vous diront jamais (París: Editions Estrella, 2009) con un prólogo de Nelson Mandela.
Contacto: lamranisalim@yahoo.fr ; salim.lamrani@parisdescartes.fr