A propósito de conmemorarse un año más del día del periodista venezolano y en medio de un permanente debate sobre el papel de los medios, del periodista y todo el conjunto de actores que difunden la noticia, nos preparamos para observar expresiones de calle en donde dos sectores manifiestan su concepción de la noticia. Por un lado están los periodistas que desempeñan labores en los medios cuyos propietarios, más allá de trasmitir la noticia han convertido a los medios que representan en cañones en contra de la revolución y la propuesta socialista del presidente Chávez, por el otro lado los periodistas revolucionarios, identificados con el proceso de cambio o simplemente con una concepción distinta de la comunicación; el temario es suficientemente amplio, el debate está en la calle, el pueblo participa, opina y genera opinión, es decir, en medio de la confrontación las posiciones se decantan y cada quien asume la suya...en medio de una revolución, cuando es verdadera, tal cual lo señaló Lenin, "los neutrales están en el cementerio" y en el periodismo de hoy, en Venezuela y en el mundo se descubren cosas y se colocan sobre el tapete temas que hace unos años eran tildados de herejes quienes se atrevían a tal comportamiento.
Uno de los fenómenos más extraordinarios ocurridos en el país es sin duda el presidente Chávez y su capacidad comunicativa, en torno a él está la noticia, para bien o para mal, para atacarlo o para defenderlo, siempre Chávez está en el ojo del huracán. En la medida en que se derrumba con mayor fuerza el mito referido a que la comunicación solo es tema de los profesionales de la comunicación, el pueblo se motiva y toma partido en esta batalla. La noticia por más "inocente" que parezca cumple intrínsecamente con un objetivo, nadie produce, desarrolla y lleva a un medio la información sin tener una motivación que tenga que ver con el gran debate que se produce en el ámbito político, es así como la oposición elabora programas en donde en medio de una "inocente" programación inserta sus mensajes con el suficiente veneno para dañar las mentes de los pueblos. Hermanados con las noticias está la publicidad, el manejo del subconsciente, la manipulación y el engaño; ante este cuadro lo más revolucionario, lo más consecuente, la peor arma contra el capitalismo es la verdad. El sistema capitalista y antes de éste, desde el mismo momento que el mundo se dividió en clases sociales, la mentira ha constituido la esencia de toda la estructura creada para la dominación, Marx señaló, "la historia de la humanidad es la historia de la lucha de clases" y en medio de esa lucha de clases está inmerso el periodismo de estos días. "La verdad os hará libres" lanzó al mundo Jesús, la verdad es justicia, la verdad es paz, la verdad es revolución, la verdad es socialismo.
Cuando hablamos del sistema capitalista tenemos que admitir que la mentira está presente, se repite y se disemina en toda la población, no estamos diciendo que el periodista todo el tiempo actúe predispuesto a mentir, lo que ocurre es que el capitalismo, su sistema, su estructura, su enfoque está basado fundamentalmente en convertir la mentira en verdad y viceversa, todo depende de los intereses que generen la noticia y los capitalistas siempre buscarán los suyos. Seguramente muchos de los periodistas que cumplen un rol y juegan un papel dentro de los medios privados en el fondo crean ser portadores de la verdad, sin embargo, a usted le dicen una mentira, la repite y usted se convierte en el transmisor de una mentira, aún sin ser mentiroso. Las revoluciones deben tener como característica principal, en el aspecto noticioso, la trasmisión de la noticia veraz, sin embargo, los otros también dicen tener como brújula de actuación la verdad, es entonces en donde se hace menester interpretar el tema de la comunicación como parte de esa batalla permanente, de esa lucha por la verdad y de esta batalla por construir el socialismo, es decir, estamos embuídos en la lucha de clases y la lucha por construir la sociedad socialista, en esa perspectiva la verdad chocará siempre con los intereses capitalistas.
Ahora en Venezuela estamos presenciando, como lo señalamos al principio, el fenómeno político que encarna el presidente; nadie puede negar sus dotes de comunicador, nadie puede negar el manejo excelente de los medios, como buen discípulo de Bolívar que por allá en el siglo XIX ya venía planteando el tema de la comunicación como lo que realmente es "un cañón", "la artillería del pensamiento", es un lugar común entonces subrayar la importancia que Bolívar le dio a los medios, a la imprenta y todo lo que se deriva de esa lucha, visto en perspectiva, el periodista no puede, aunque lo intente, estar al margen de la batalla que libra el pueblo de Venezuela. El periodista se convierte en un soldado más, un soldado del pensamiento; se amalgama soldado propiamente dicho, batalla, lucha y el ejercicio del periodismo. Como se suele decir que alguien dijo, refiriéndose a la economía, "es muy delicado para dejárselo solo a los economistas", podemos hacer un parangón con el tema del periodismo y la comunicación, es un tema muy delicado para dejárselo solo a los periodistas, hoy la comunicación es responsabilidad de todo el pueblo en batalla por la verdad, en batalla por la vida. Es entonces cuando se hace necesario incrementar la presencia de comunicadores y que cada quien libre "su batalla" desde la trinchera que tenga a la mano. El comunicador revolucionario debe disponer de una sólida conciencia política de lo que ocurre y eso gira en torno a la verdad, en torno a la lógica, en torno a la dialéctica. Los capitalistas que hoy por hoy mantienen sus posiciones en el Colegio Nacional de Periodistas, sin escrúpulo alguno utilizarán a este instrumento (CNP) para sus fines políticos, es lo que estamos viendo. Hasta ahora ellos siempre han demostrado tener clara la batalla y los objetivos que persiguen. En la cuarta república, de alguna u otra forma todos tuvimos alguna percepción de la forma como se manejaban los medios, los medios manejaban el poder; los medios controlados por la burguesía utilizaban a éstos como punta de lanza para su batalla política. Los burgueses tenían la posesión de todo el espectro radioeléctrico, incluyendo los medios públicos, "llegó el comandante y mandó a parar", llegó Chávez y en lo referente al sector público aplicó un "golpe de timón" y el gobierno comenzó inmediatamente a tener dificultades con los poderosos medios privados. Tales dificultades llevaron a la situación del golpe de estado de 2002 para lo cual los medios cumplieron su papel en la guerra contra Chávez y el pueblo de Venezuela.
El golpe de estado de 2002 nos corrobora la manera más clara y contundente que toda la conspiración contra el gobierno revolucionario tiene su epicentro en los medios. Inclusive dentro de la propia oposición la agenda la establecen los medios, un medio como el canal Globovisión lo han convertido en la gran "escuela de cuadros" de la oposición, opositor que no tenga el favor de Ravell y su grupo no tiene vida en la oposición; las matrices de opinión son cocinadas en los laboratorios en donde los medios lanzan lineas políticas a los brazos ejecutores que son los partidos, si se puede llamar partidos a las organizaciones políticas opositoras. Este cuadro no podemos dejarlo a un lado a la hora de hacer cualquier análisis sobre la situación política del país. Cuando el presidente Chávez señala y acusa a los medios como los mayores instigadores contra el proceso y los mayores auspiciadores en sus planes golpistas, solo basta hacer una breve memoria histórica del comportamiento de estos medios para entender perfectamente que en Venezuela ningún plan opositor pasa sin contar con la participación y diseño de los poderosos medios de comunicación. Por lo antes expuesto, es natural entender la razón que motiva a los medios para patear la verdad, la manipulación y la mentira forman parte inherente de la política opositora que es la política de los medios privados. En este sentido, creemos importante que todos quienes apoyamos este proceso de cambio y marcha a la construcción del socialismo, tengamos claro que es importante fortalecer las redes de comunicación del pueblo, es decir, los medios alternativos, los medios de formación fundamentalmente. Es menester darle un viraje completo al enfoque sobre el tema de la comunicación. La comunicación debe ser entendida como lo que realmente es "la artillería del pensamiento", la verdad que nos recomendó Cristo.
Un comentario final: Son numerosas las quejas de los comunicadores revolucionarios con el comportamiento de estructuras de gobierno con respecto a las pautas publicitarias, ya el presidente lo señaló, sin embargo, ese mensaje debe también ir para gobernadores y alcaldes ¿Hasta cuando siguen financiando los medios de la derecha? Con lo que pagan una hora, para embolsar un dineral a unos burgueses, pueden financiar un diario, unos cuantos programas de radio y crear sus propias televisoras. En la región centro occidental, en Lara específicamente, existe un canal llamado PROMAR, toda su programación, excepto la comprada por los gobiernos revolucionarios de la región, es absolutamente contra revolucionaria, antichavista, sin embargo, los políticos de Lara, a los revolucionarios me refiero, pagan un dineral por mantener programas pagos allí, y ahora se suma la gobernación de Yaracuy que también tiene su hora semanal. Es un llamado a la conciencia de los camaradas que están al frente de esos órganos de poder, no podemos seguir siendo tan pendejos...hagamos un plan alternativo en cada región para comunicar nuestras gestiones al pueblo, fundemos periódicos, televisoras locales, etc...cortemos de una vez por todas con ese cordón umbilical que nos ata a sectores que solo están detrás de la comunicación y de la publicidad de gobernaciones y alcaldías para ganarse un poco de dinero...hasta cuando seguimos haciendo ese papel de gafos...valga el día del periodista para hacer esas reflexiones y felicidades a quienes desempeñan tan loable y delicada labor...