La opiosición ha elaborado el esquema de ataque para las semanas y meses que vienen en contra del gobierno bolivariano. Su campo de acción es la mente del pueblo, sus armas son los medios y sus balas el mensaje contenido en ellos. Esos proyectiles van cargados de la desinformación, el objetivo es llevarla hasta el cansancio, volver loco y confundir por completo al pueblo (al pueblo bobo, al esquizofrénico, al enfermizo apátrida que repetirá tales manipulaciones como loro, radio bemba). El otro flanco es la manifestación, espurias, pero la idea es hacerla todos los días, en la mayor cantidad de ciudades y pueblo posible. Por supuesto, la estrategia principal es hacer que la confusión reine, gane espacio hasta llegar al caos, para luego activar a los paramilitares, acentuando el caos, estos incrementaran sus criminales acciones de secuestro, asesinamiento por encargo (los sicariatos), los ataques continuos a pequeñas unidades en ciudades donde los cuerpos de la oposición les garanticen sus protección, le cooperen con la logística, las comunicaciones y las facilidades de salida del país en el menor tiempo de ser necesario. En otras palabras, debemos estar en alerta roja. Recordar los cinco niveles en los que trabaja la CIA, ojo con el restablecimiento de los embajadores, las valijas tienen sus propias historias en los planes de desestabilización política en varios países.
Sé que los mensajes cifrados en los periódicos están rodando con la velocidad de siempre, algunos van con unos extraños sellos (símbolos), que identifica a cada grupo y la actividad por realizar. Igualmente, la internet está siendo usado bajo las mismas características. Con un dato muy peculiar, a todos aquellos que escriben a favor de los procesos de cambio, les están llegando semanalmente unos correos solicitando una extraña ayuda para transferir miles de dólares, la idea es lograr confirmar la dirección y los datos de las personas. ¡Ojo! Esto es parte del juego de la CIA y sus segundones de Israel, Colombia, España, Inglaterra, México, Chile y Perú. Aparte, de cazar a los incrédulos, esta por una parte desviarles, distraerle el mayor tiempo posible. Los dos componentes que no debemos perder son; velocidad y tiempo.
En este caso, los medios de comunicación revolucionarios deben procesar en tiempo “real” todas las desinformaciones y darlas a conocer lo más pronto que se pueda, debe crearse una red en tiempo real de este tipo de información interna. Claro, la seguridad, la seriedad y credibilidad de quien envía el mensaje juega un punto de apoyo enorme, de modo de activar los mecanismos de contraataque a las desinformaciones que se generan. Los “intelectuales” revolucionarios son capaces de detectar estas estrategias antirrevolucionarias, o es que sus lápices no tienen tintas para estas cosas. La hojilla, Aporrea, Diario Vea, entre otros programas y medios son más importantes que cualquier opinión de “intelectuales”, lo que se juega y se defiende con hechos reales y concretos, no son temas para la mera interpretación de “pensadores”. Lo que se está planteando es volver con otro golpe, y no de pecho.
Mi recomendación es que hagamos el cambio de los correos electrónicos, y que los medios no los pongan, mantengámonos desapercibido por espacio de tres meses y vera los cambios. Además, sirve de protección, esto no implica que dejemos de comunicarnos entre nosotros.
Patria Socialismo o muerte
¡Venceremos!
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