En esa mesa opositora donde hay platos a degustar que van desde exquisiteces de apetito euro francés hasta humildes escudillas de algún bollo de pan relleno con topocho andino, los adecos han tenido una particular y aventajada posición, dada su antigua formación político-electoral para eclipsar cualquier opción que le dé oportunidad a la contraparte de la disputa. Y cuando el contendor muestra debilidad, no tienen compasión de él. Es la vieja línea adeca que proviene de ultratumba. Por eso, los adecos caciqueados por Henri Ramos Allup, no conceden sosiego a sus opositores internos y le pisan el rabo con maliciosa contumacia, cada vez que miran algún riesgo por pequeño que sea, en sus ambiciones políticas mas pretendidas. Observen nada mas las propuestas de candidatos de oposición al parlamento nacional y sin ni siquiera insistir en el análisis, se caerá en cuenta de la altísima frecuencia de adecos en puestos salidores por lista que le garantizan una representación aceptable. Y de paso, se anotaron algunas suplencias en puestos de buena probabilidad que como los representados por los presos por delitos de subversión y saña contra los derechos humanos, con toda seguridad serán relevados por esos adecos cuando venga inexorable la inhabilitación política para esos personajes. O sea que ganan o arrebatan, los adecos. Desde hace tiempo los adecos, después que el liderazgo de Chávez arrasó con todos los viejos esquemas, se disputan la preeminencia en el estrato opositor. Entonces hacen de todo y ponen al budare de la candela política cualquier estrategia para salir favorecidos como cofradía que adentro hace forcejeo para subsistir del mejor modo. Y a pesar de que en Falcón, Aldo Cermeño les hizo una buena jugada en las elecciones de alcaldes y gobernadores, esta vez lo esperaron en la bajadita. Y lo hicieron trizas. Todo lo perdió Aldo porque, ahora tendrá que poner también todo el trabajo electoral hecho en todo Falcón, a la orden del adeco predilecto de Ramos Allup, que tuvo la vivacidad de soportar el chaparrón, buscar como sea un lánguido representante en cada pueblo y lograr un puesto en lista que le da todas las de ganar. Así pierdan el circuito por donde va el candidato que aupaba Aldo a la lista. Porque es que ya, del Aldo que pudo vencer a los adecos décadas atrás y que salía de la gobernación montado en las mismas mulas que usaban en una manifestación, los agricultores serranos, poco o nada queda. Los adecos le sueltan un poquito y después lo recogen todo. Y se verá, que como dice un notable abogado de oposición independiente, así obtenga la oposición algunos escaños parlamentarios, jamás adecos y copeyanos volverán al gobierno porque este pueblo está mirando siempre para atrás, pero tan solo para asegurarse que esos partidos estén bien lejos de ese poder que mal usaron.
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