Luego de ver ese pésimo programa llamado “Como ustedes pueden ver”, del cual soy asiduo y masoquista tele adicto, asumí que Los Robertos tienen razón en eso de que hay varios Teodoros por ahí. Ciertamente está resultando el más salidor y declarador de toda la oposición. Teo matutino, vespertino y estelar, Teo comodín, Teo repetido como barajita y en esa “Teteadera” se la pasan todo el día.
Olvida esta caterva de idólatras uribistas, que cada vez que Teodoro declara, empava a la oposición pues su cháchara tiene como fundamento filosófico el consabido “Estamos mal pero vamos bien” o al revés. Total, la alegoría que los define mejor es un perro tras su propia cola.
Como buen etiquetador de iniquidades y autor de infamias dignas de ser añadidas a las descritas por Jorge Luís Borges, se torna en una especie de oráculo del porvenir revolucionario y pronosticador de bonanzas opositoras. Para ello se montó un show cuyo platillo principal fue el de la “reconciliación” con Bobolongo para convertirse en una suerte de dúo dinámico de la escatología periodística. La verdad: Unidos como siempre, empatucan como nunca los kioscos donde lanzan de madrugada el numen de su cacumen.
Es lógico suponer que sea Teo quien declare porque en honor a la verdad y aunque los venezolanos somos formidables poniendo apodos, el que le acuñó a Miguel Enrique le describe con exactitud y le acompañará en esta vida terrenal y seguro en el más allá. De modo que los asesores de imagen habrán decidido poner en escena a Teochoro y no a Bobolongo porque al primero se le nota de inmediato que no tiene ni un pelo de tonto, bobo o gafo.
Sin embargo, esos mismos asesores saben que Teo se queda dormido en las entrevistas o se le tranca el serrucho por la senilidad. Sospecho que clonaron a Teodoro pero la vaina les salió mal porque el tipo está más alejado de la realidad que de costumbre en sus análisis, que yo creo que ligaron sus células con las de Miguel Enrique.
De un tiempito para acá Teo se me parece a Bobolongo y viceversa. Eso sería una monstruosidad pero párenle bola a la vaina y díganme si no es verdad. Tal cual, compa, tal cual.
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