Esos son quienes siguen atados al pasado de la IV-R. Los son quienes siendo de la clase pobre, popular, se enojan porque a Marcel Granier se le venció el tiempo para usar el espectro radio eléctrico que pertenece al Estado que no se le renovó. Hace un año yo habitaba un apartamento y se me venció el contrato, el dueño no me lo quiso renovar y nadie salió a gritar como un pendejo por mí.
Pero los manumisos con cadenas en los tobillos defienden la inmoralidad. Les gustan las mujeres con el hilo dental, ¿tienen un diente en ese lugar? Que muestran las nalgas de silicón y el busto de bolas criollas. Eso se llama deformación de la obra de Dios: eso se llama caer en las garras de una sociedad inhumana que no cree en el talento cerebral de esas damas sino en la lascivia que puedan despertar entre los machos, que a la largan salen “dejando el closet”, en los periódicos y revistas, folletos y NAZIanales que suelen sacarlas en sus páginas para vender sus carnes y no sus talentos.
A los manumisos con cadenas en los tobillos les gusta parecerse al galán tal. Tratan de vestirse igual, caminar de la misma forma, hablar ídem. Los manumisos no les importa seguir siendo esclavos de los oligarcas de las translaciones, de los imperios de la burguesía nacional “come mierda”. Defienden lo insólito, hablan peste repitiendo lo que les dicta Globovisión, Televen,Venevision y Meridiano. Leen el Nuevo País, 2001, El NAZIanal, El Univernalga, caminan junto a la oligarquía que les besa como Judas lo hizo con Jesús para entregarlo al escualidismo de aquella época.
LOS MANUMISOS, los pocos que hay bajan de los barrios a las marchas de sus dueños. Se creen aquello de que” cada quien tienen derecho a ser lo que quiera ser”, pero ignoran que los mantuanos, los pro burgueses tropicales, los utilizan como carne de cañón para enfrentar a una mayoría que lo que quiere es el bien para todos. Los mantuanos siguen dominando a los manumisos y los obligan que en los centros de trabajo donde la revolución los ha mantenido intocables en sus puestos de obreros, a gritar contra la revolución, a mentarle la madre a Chávez, decir barbaridades, porque no se les otorga un bono millonario que no justifican.
Los manumisos quieren desestabilizar porque un sindicato se lo pide. Mas no sabe el manumiso de cadena en los tobillos que ese sindicalista que lo hace alborotar contra un gobierno mayoritario, a él le ofrece lo mismo que a los revolucionarios. Los mantuanos de la MUD de Fedecámaras, le gusta que los manumisos sea así; groseros, ofensivos, pero sin una micra de amor por la patria. Les convienen al imperio, a la oligarquía, a FEDECÁMARAS que los manumisos se arrechen contra el gobierno y las instituciones, Así pueden lanzar sus anzuelos a ver que consiguen.
Los manumisos con cadenas en los tobillos maldicen, hablan peste en cualquier lugar, en el bus, en el tren del Metro, no saben que la nación venezolana ha crecido en todos los aspectos en los últimos 11 años. No lo saben los manumisos con cadenas en los tobillos, porque son parte de aquellos que se negaron a estudiar en las misiones; prefirieron la oscuridad de la ignorancia que la luz del conocimiento.
Los manumisos o escriben en cualquier correo electrónico. Hacen de sus odios inmensas lagunas de feca. Les da la rabia que se diga algo que ocurrió en el pasado, pero no presentan pruebas de que eso no fue así. Los manumisos con cadenas en los tobillos anhelan los días de cervezazas, de verbenas “frisnapolar”, de política colchonera- De adulterios e inmoralidades, porque son hijos de la degradación más inhumana que hubo llegado a esta patria: ¡la degradación adecopeyana. Los manumisos de cadenas en los tobillos dicen que fulano roba, que zutano es corrupto, que perengano se está llenando, pero cuando se les pide que lleven las pruebas a la Fiscalía, arrugan, son unos manumisos idiotas.
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