Con gran desprecio, algunos sectores de la oposición parecen convencidos que el Pueblo venezolano sigue hundido en la ignorancia en la que histórica y convenientemente lo mantuvieron por mucho, demasiado tiempo.
Los viejos partidos y sus “remozados” herederos continúan esta práctica, diciendo sin ninguna vergüenza en pleno siglo XXI que “enseñan por quien votar”, renovando prácticas de décadas pasadas como aquellas de ordenar a sus militantes votar por colores, sin preocuparse porque éstos aprendieran a leer y escribir; de delegar en caudillos la toma de decisiones, dando la espalda a la militancia; de promover el ejercicio de una “democracia representativa” doblemente falsa al no representar ni ser democrática; y como éstos, una muy larga lista de argumentos que agotarían este breve espacio.
Convénzase: el Pueblo despertó para siempre. Dejó de ser aquella masa indeterminada y por tal, manipulable, que en su canto Alí denunciaba como un “chivo manso”. Para el pesar de unos pocos, dejamos de estar domesticados y somos montaraces, briosos. Ahora, con contenido, argumentación y contundencia, hoy cualquier persona empuña su Constitución y apunta sus municiones de conciencia hacia quienes pretenden dominarle. Este Pueblo organizado y consciente, no sólo ha visto y sino que ha protagonizado los grandes avances de la última década -siempre mejorables, claro está-, siendo guardián de este proceso de cambios que desde campañas mediáticas de guerra sucia nacional con sus alianzas internacionales, se intenta desprestigiar.
Es tal el irrespeto de estos sectores hacia el Pueblo que han tenido la bajeza de continuar enlodados en la cultura de la muerte y utilizar los terribles hechos que recientemente han enlutado al país para argumentar maldiciones, “pavas” y demás yerbas e intentar con ello incidir en el comportamiento social, con la intención de amedrentar la participación popular de cara al próximo 26-S. Pero estamos seguros que el Pueblo dará una vez más un paso al frente para, con una participación demoledora, demostrar a quienes nos menosprecian que somos protagonistas conscientes del desarrollo y que no retrocederemos en la refundación de la República y en consolidar una Patria que, repitiendo con el Padre Bolívar, sea grande “menos por su extensión y riquezas que por su libertad y gloria”.
oliver.reina@gmail.com